"Un lugar donde guardar el aroma que sale de los pucheros, una buena receta, la tarjeta de aquel restaurante que nos gustó tanto, la etiqueta de una botella de vino…"

La cajita de Nieves y Elena

EL PRINCIPIO

Mi amiga Elena y yo, quemadas de empresarios que no saben hacer la “o” con un canuto, de jefes que te explotan sin motivo y que pagan poco, siempre estábamos diciendo que tendría que ocurrírsenos una idea revolucionaria, para hacer una pequeña empresa o al menos alguna distracción que nos motivara en el día a día y nos apartara de la rutina …
Todo comenzó cuando una compañera de trabajo me enseñó una tarta que le había encargado a una amiga para su marido para el día de San Valentín, nos encantó, fue la revolución del día, todos querían verlo, era espectacular…
A mí me encanta la cocina y el mundo de la hostelería pero no el mundo del restaurante, sino algo divertido, sin estreses y que me reconfortara, además de bonito y entretenido, y si encima te lo puedes comer y le sacas algún dinero, mejor que mejor.
Me vino la idea en ese momento, pensé en Brie, la pelirroja de la mi serie favorita “Mujeres desesperadas” y su empresa de catering en el garaje, pero eso era demasiado grande para mí, sobre todo porque vivo en un piso y mi garaje es comunitario, jeje, seria gracioso poner una cocina en él, pero peores cosas se han viso, bueno que me enrollo con otro tema, el caso es que pensé que en mi pequeña cocinita podría hacer una pequeña faceta de la gastronomía, la repostería, sobretodo tartas de diseño que no pudieras adquirir fácilmente en una pastelería de barrio y sobre todo que fueran únicas y totalmente a gusto del cliente, aficiones, eventos, felicitaciones...
Después de contarle mi locura a mi marido,-esa misma noche de San Valentín, cenando en el Parador de Alcalá de Henares, por cierto, lo recomiendo al 100x100, es un trato, una comida y un entorno de 10-, que por cierto le pareció una estupenda idea (le encanta comer y sobre todo el dulce, jeje) pensé en comentárselo a Elena.
La verdad es que al día siguiente, en frío, pensé que era una bobada y que simplemente había sido una idea del momento y no le dije nada, pero seguía en mi mente …
Por fin hoy se lo he dicho, en la hora de la comida y aunque al principio creo que la idea no la ha animado mucho, cual ha sido mi sorpresa cuando ya de vuelta en nuestros respectivos puestos de trabajo, a través de un programa de mensajería instantánea que tenemos para comunicarnos internamente, me ha empezado a lanzar páginas de tartas preciosísimas y me ha dicho que nos pondríamos en marcha con una web o con un blog, ¡QUE ALEGRIA! me ha hecho una ilusión … incluso proponiendo hacer cursos para aprender … ya me lo estoy imaginando … jaja.
Bueno espero que este escrito no se quede es eso, un escrito de una tarde de viernes en el curro esperando que se haga la hora de salir para disfrutar del fin de semana …
Hasta el lunes …
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