"Un lugar donde guardar el aroma que sale de los pucheros, una buena receta, la tarjeta de aquel restaurante que nos gustó tanto, la etiqueta de una botella de vino…"

La cajita de Nieves y Elena

Aceitadas zamoranas

Las aceitadas zamoranas son las pastas típicas de Zamora en Semana Santa, las podemos encontrar en cualquier época del año, pero son en estas fechas cuando mas se hacen en las casas y mas se consumen.

Como su propio nombre indica su composición lleva una elevada cantidad de aceite, lo que las aporta un sabor delicioso y suave siendo a la par muy fáciles de hacer por la consistencia resbaladiza y manejable de su masa .
El toque de anís que es indispensable, sin él NO son lo mismo, es también la característica fundamental de su sabor y sobre todo aroma.

Zamora es una de las ciudades mas "olvidadas" de nuestra geografía española, tan solo creo que se nombra en estas fechas y por sus magníficas procesiones, son de las más solemnes del país, bueno, también se habla de ella cuando se enumeran las pocas capitales de provincia a las que aún hay que llegar por carreteras secundarias... pero en fin, eso es cuestión de política y no vamos a entrar.

A tan solo 2 horas de Madrid no hay excusa para no visitarla, y preguntando a conocidos zamoranos por su gastronomía me hablaron de este dulce, yo no lo conocía.

Ahora siempre que me apetecen las hago en casa, en tan sólo media hora puedo estarlas saboreando y en estas fiestas pasadas no han faltado.

Ingredientes para 12 unidades:
- 300 gr. de harina
- 100 gr. de aceite de girasol
- 50 gr. de aceite de oliva
- 90 gr. de azúcar
- 2 huevos M
- 40 gr. de licor de anís
- 1 cucharadita de levadura
- Mas azúcar para decorar



Preparación:

Batimos con las varillas eléctricas los aceites con el azúcar hasta espumar.


Añadimos un huevo y la yema del otro y volvemos a batir hasta conseguir una crema.


Añadimos el licor de anís y volvemos a batir unos segundos.


Mezclamos la harina con la levadura, hacemos un volcán y vertemos el batido.


Mezclamos con una espátula, con movimientos envolventes, hasta conseguir una masa suave, lisa,  brillante, resbaladiza y que se despegue de las paredes.


Vamos cogiendo porciones con una cuchara sopera bien llena, boleamos, aplanamos con las manos levemente y colocamos en una bandeja de horno con papel vegetal.


Pincelamos con la clara batida y coronamos con azúcar.


Horneamos con el horno precalentado a 180º 20 minutos.


Dejamos enfriar y a disfrutar.





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