"Un lugar donde guardar el aroma que sale de los pucheros, una buena receta, la tarjeta de aquel restaurante que nos gustó tanto, la etiqueta de una botella de vino…"

La cajita de Nieves y Elena

Rodaballo al horno


Me encanta el rodaballo, un pescado  que se alimenta basicamente de almejas y moluscos y que teniendo cuidado en no pasarnos de tiempo al cocinarlo, conseguimos degustar un pescado con una textura blanda, jugosa y gelatinosa que es una maravilla.
Antes de que digáis nada, ya se que el pescado hay que meterlo al horno con cabeza, pero las cabezas es algo que no consigo superar, así que yo al pescadero le pido siempre el pescado descabezado y si tengo que hacerlo al horno le pongo un poco de Albal para que no se quede seco. Y ademas como resistirse si en la pescadería te encuentras con un hermoso y fresco rodaballo, pues eso, le pides al pescadero que te lo decapite y te lo llevas para casa aunque sepas que lo vas a tener que cocinar con caperuza.


Ingredientes:
  • 1 rodaballo limpio 
  • 2-3 cebollas
  • 2 patatas 
  • Aceite de oliva virgen
  • 5-6 dientes de ajo
  • 1 cucharadita de pimentón semipicante
  • Sal en escamas
  • Sal
Elaboración:

Cortamos la cebolla en tiras y cubrimos con ella el fondo de una fuente de horno. Pelamos las patatas, las cortamos y las añadimos también a la fuente. Regamos con aceite de oliva y sal y metemos al horno previamente precalentado a 190º durante cinco minutos.


Pasados los cinco minutos, ponemos el rodaballo encima de la cama de patatas y cebolla y metemos al horno 20 minutos (el tiempo varia un poco dependiendo del tamaño del rodaballo).


Mientras tanto cortamos los dientes de ajo en láminas y los rehogamos en aceite de oliva. Antes de que cojan color añadimos el pimentón semipicante, removemos y dejamos hacer un minuto.


Cuando el rodaballo esté listo, le echamos sal en escamas por encima y lo cubrimos con la ajada.

Servimos inmediatamente.



Bon appétit

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