"Un lugar donde guardar el aroma que sale de los pucheros, una buena receta, la tarjeta de aquel restaurante que nos gustó tanto, la etiqueta de una botella de vino…"

La cajita de Nieves y Elena

Chipirones rellenos inspirada en Sorolla


Cuadros que te inspiran para cocinar, cuadros que te inspiran para soñar. Un reto con mucho arte en el que nos embaucó María Ayala del blog In my little kitcken y del que ya somos fans absolutas. Esto es  CocinArte. Y este mes nos tenemos que inspirar en un cuadro de Sorolla "Paseo a la orilla del mar" ¿Puede haber algo más mágico?

Joaquín Sorolla nace en Valencia y allí estudia dibujo coincidiendo con el que sería primero su amigo y luego su cuñado, Juan Antonio García. Gracias a él conoce a Clotilde, su mujer y su musa. A la que ha retratado en múltiples ocasiones. En 1889 la familia se traslada a Madrid y pronto su obra es conocida y reconocida. Tras diversos domicilios, en 1911 inaugura la casa del antiguo Pº del Obelisco, hoy General Martínez Campos. En esta casa museo se puede ver parte de su obra, pero sobre todo uno se puede recrear en la vida de este artista, pasear por uno de sus tres jardines y soñar.


El cuadro elegido, "Paseo a orillas del mar" fue pintado en 1909 y en él se ve a su  mujer Clotilde y a su hija mayor María Clotilde. Las mujeres caminan por la arena mientras la brisa mueve sus vestidos de algodón. Si, de algodón. En la exposición del museo Thyssen "Sorolla y la Moda", se expusieron los vestidos y otros objetos que Sorolla plasmó en sus cuadros. Fue todo un lujo poderse recrear en cada detalle de esos delicados zapatos y de los "frescos vestidos" de verano y los elegantes vestidos de seda y pedrería utilizados en las fiestas. El cuadro "Paseo a orillas del mar" se trasladó a su nuevo domicilio cuando la inauguración y sigue allí para que puedan deleitarse con cada pincelada los que acuden a su casa museo.



¿Y a mi que me ha inspirado? Mar, vacaciones, playas del norte.... Si, aunque Sorolla pintaba sus cuadros de mar y playa en Valencia, buscaba la recreación de las elegantes playas del norte que tanta fama tienen y sobre todo tenían a principios del siglo XX, Zarautz, Hondarribia, San Sebastián.. Y así llegamos a uno de mis platos favoritos, los chipirones rellenos, un plato típico del norte pero ya extendido por todo el pais. 

 
Ingredientes:
2 personas
  • 500 gr. de chipirones
  • 1 cebolleta o cebolla
  • 2 sobres de tinta de calamar
  • 1 vaso grande de sagardo (sidra natural)
  • Aceite de oliva virgen extra
  • Almendra cruda (opcional)
  • Jamón picado (opcional)
  • Eneldo o perejil picado
  • Sal



Elaboración:

Limpiamos los chipirones y los secamos con papel absorvente para quitar la humedad. Se dejan las vainas limpias de tentáculos y aletas que troceamos y metemos dentro de las vainas dejando los chipirones rellenos con ellas. Opcionalmente metemos un poco de jamón picado o almendra picada.

En una sartén amplia, ponemos aceite de oliva y cuando esté caliente incorporamos los chipirones dejando que se doren ligeramente por ambos lados. Los tenemos que manipular con cuidado para que no se salga el relleno. Cuando estén listos sacamos y reservamos.


Picamos la cebolleta y en la misma sartén la ponemos a pochar a fuego medio. Cuando empiece a transparentar añadimos el sagardo (sidra natural). Dejamos que evapore el alcohol, añadimos la tinta y si no queremos que se note la cebolla pasamos la salsa por una batidora de brazo y volvemos a ponerla en la sartén. 


Añadimos los chipirones reservados colocándolos con cuidado para que no se amontonen. En este punto hay gente que le gusta espesar la salsa con harina. Yo le pongo jamón picado y almendra picada, esta vez laminada. Dejamos hacer a fuego lento durante 20 minutos aproximadamente.


Servimos con un poco de eneldo o perejil picado por encima y unas almendras laminadas.




NOTAS: 

Los chipirones podemos cerrarlos con un palillo para que no se nos salga el relleno. Si lo hacemos hay que retirar el palillo antes de emplatarlos.

En lugar de sagardo (sidra natural) podemos usar txacolí u otro vino blanco

Si evitamos espesar la salsa con harina es un plato que pueden comer los celiacos e intolerantes al gluten.

Bon appétit


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