"Un lugar donde guardar el aroma que sale de los pucheros, una buena receta, la tarjeta de aquel restaurante que nos gustó tanto, la etiqueta de una botella de vino…"

La cajita de Nieves y Elena

Pan fougasse

De nuevo Virginia y Clara a través del magnífico reto Bake The World nos hacen meternos en harina y embadurnarnos bien en la historia de cada propuesta mes a mes.

El pan fougasse que traemos hoy me ha llevado de cabeza y no por su dificultad ni por falta de información en la red sino por sus tantas variantes que me han vuelto loca queriendo hacerlas todas, pero me tenía que decidir, aunque esto no quita que no tenga apuntadas en la recámara mas ideas para hacerlas en cualquier ocasión, ya que es un pan delicioso que se puede comer solo dada la cantidad de combinaciones de ingredientes y sabores que le podemos aportar.

Y ahora un poco de historia y curiosidades sobre el pan fougasse, he encontrado este párrafo que me ha parecido tan completo y bien contado que me vais a permitir un "copia/pega":

"Cuenta la Wikipedia que en la antigua Roma, el "panis focacius" era un pan plano cocido en las cenizas del hogar (focus proviene del latín: fuego, estufa, horno). Este panis focacius terminó convirtiéndose en una amplia variedad de panes de la misma familia, incluyendo la focaccia en Italia, la hogaza en España, la fugàssa en Liguria, la pogača en los Balcanes y la fougasse en Provenza y otras regiones de Francia.
La fougasse, en Francia, más antiguamente llamada Fouasse, se usaba tradicionalmente para calcular la temperatura del horno de leña. El tiempo que tardaba en cocerse, daba una idea de la temperatura del horno y así saber si estaba listo para introducir el resto de panes. Era costumbre que los aprendices de panaderos la consumieran como primer bocado de la mañana. En la actualidad, es muy popular en Francia y hay variedades tanto saladas como dulces.
Vamos a centrarnos en la Fougasse francesa, que se asocia típicamente con la Provenza, pero lo que llamamos Fougasse provenzal, está presente con múltiples variantes, en muchas regiones de Francia. Suelen ser saladas y se reparten sobre todo en el territorio que corresponde a Occitania, aunque también aparecen más al norte como la fouaisse o foisse de Borgoña y la fouée o fouace del valle del Loira. Existe también una tradición de fougasses dulces, como la fouace de la región de Rouergue, la fouace de Nantes, la fougasse de Aigues-Mortes y la de Arlés, y la fougassette de Grasse, perfumada con flor de azahar.
Las versiones modernas, pueden incluir tantos ingredientes como alcance la imaginación del panadero y la tradición de la región, normalmente se añaden especias, fruta seca, roquefort y frutos secos o aceitunas y queso de cabra.
Suelen tener una forma rectangular, redonda o alargada, pero pueden tener forma de corona o de estrella, y algunas versiones se esculpen o cortan con un patrón parecido a una espiga de trigo."

Ingredientes:
- 225 gr. de harina
- 1/2 cucharadita de postre de sal
- 10 gr. de levadura fresca
- 140 ml. de agua templada
- 30 gr. de queso roquefort
- 30 gr. de nueces
- Aceite de Oliva
- Romero


Preparación:

Deshacemos la levadura en el agua templada, reservamos.
En un bol amplio o nuestro bol de amasadora ponemos la harina que mezclaremos con la sal.
Hacemos un agujero en el centro y vertemos el agua de la levadura, un chorrito de aceite y las nueces troceadas.
Comenzamos a amasar solo hasta integrar todos los ingredientes.


Añadimos entonces el queso y amasamos de nuevo (tanto a mano como en amasadora) hasta que se despegue completamente del bol.


Boleamos y dejamos levar hasta que doble su volumen (1 h. a temperatura ambiente o 1/2 h. en el horno a 50º)


Colocamos la masa sobre el papel de horno previamente enharinado y con un rodillo aplastamos y procuramos dar forma de triángulo.
Hacemos los cortes necesarios para emular una espiga y los dejamos lo suficientemente abiertos para que no se cierren en el segundo levado. (1/2 h. a temperatura ambiente o 1/4 h. en horno a 50º) 
*La espiga debe levar ya colocada en la bandeja de horno para evitar problemas de espacio ;-)
Con esta cantidad de masa podríamos haber hecho dos panes mas pequeños y hornearlos en dos tandas.


Pintamos la superficie con cuidado con aceite y espolvoreamos orégano generosamente.
Repasamos con cuidado los agujeros abriéndolos un poco mas si fuera necesario...
Horneamos con el horno precalentado a 200º 30 minutos.


Dejamos enfriar en una rejilla y a disfrutar.
Es un pan realmente delicioso, muy crujiente por fuera y esponjoso y suave por dentro, además de ser muy vistoso y gustar mucho por la versatilidad de cambiar su sabor adaptándolo a nuestro menú.






Fuente:

Imprime esta receta