"Un lugar donde guardar el aroma que sale de los pucheros, una buena receta, la tarjeta de aquel restaurante que nos gustó tanto, la etiqueta de una botella de vino…"

La cajita de Nieves y Elena

Tarta de espinacas, tomates cherry y queso de cabra


Algunas veces me pregunto cuando empezaron a gustarme las verduras, y creo que la respuesta es que empezaron a gustarme cuando empecé a comer verduras preparadas con el mismo cariño que otros alimentos. Si,  ese es el motivo, porque de pequeña sólo recuerdo esas verduras hervidas y blandurrias que al metértelas en la boca tenían una textura horrible.

Las protagonistas absolutas de esta tarta son las espinacas, unos brotes tiernos y exquisitos que distan mucho de las que salían del bote de Popeye. Unas rodajas de queso de cabra y unos tomates cherry para darle color y tenemos un plato sano, lleno de vitaminas y rico, rico. Una tarta repleta de espinacas con todo su sabor (no he usado sal), vamos con la receta y el paso a paso.

 

Ingredientes:
  • 1 masa brisa o la masa que más os guste para tartas saladas
  • 100 gr. de tomates cherry variados
  • 300 gr. de brotes tiernos de espinacas
  • 150 gr. de queso de cabra
  • 5 huevos
  • 300 ml de leche evaporada

Elaboración:

He utilizado una masa brisa porque la tenía en el frigorífico a punto de caducar, pero seguro que con cualquier otra masa está igual de buena. Normalmente, para este tipo de tartas suelo utilizar la masa de la receta de mi tía Nina. Es súper sencilla, podéis ver el paso a paso en la receta de la tarte à l'ognion, Empezamos forrando un molde bajo y ancho con la masa brisa o cualquier otra masa para tartas saladas. Podemos pincelarlo con aceite para luego desmoldarlo bien o forrar el molde con papel de horno antes de poner la masa. Apretamos bien la masa para que cubra completamente el molde, recortamos la masa sobrante y la pinchamos con un tenedor por toda la superficie para evitar que se infle.

En un bol batimos los huevos y cuando estén bien batidos añadimos la leche evaporada. Podríamos usar nata, pero la leche evaporada es mucho más ligera.


Añadimos los brotes tiernos de espinacas y los mezclamos bien con la combinación de huevo y leche evaporada. Yo no le pongo sal, porque me gusta disfrutar del sabor natural de las espinacas y porque el queso de cabra ya aporta bastante, pero si queréis, este es el momento de salpimentar.


Vertemos en el molde la mezcla y repartimos por la superficie los tomates cherry bien lavados y cortados por la mitad, y rodajas de queso de cabra. 


En le horno previamente precalentado a 180º metemos la tarta, la tapamos con papel de aluminio para que las espinacas no se resequen y la horneamos durante 40 minutos.

Sacamos y servimos caliente, templada o fría.


Está deliciosa de cualquiera de las maneras.




Con esta tarta participamos en el concurso del 3º cumpleblog de "Cocinando con las Chachas"


Bon appétit
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