"Un lugar donde guardar el aroma que sale de los pucheros, una buena receta, la tarjeta de aquel restaurante que nos gustó tanto, la etiqueta de una botella de vino…"

La cajita de Nieves y Elena

Croquetas de atún y piquillos

No es necesario tener sobras de cocido, un cuarto de pollo rodando por la nevera, ni un par de trozos de bacalao que no sabes que hacer con ellos para hacer croquetas, tampoco hay que esperar a que se acabe el jamón que hemos comprado en Navidad para sacarle toda la carne y dejar el hueso tiritando ¿a que siempre tenéis unas latas de atún en la despensa? pues solo con esto ya podemos saborear unas fantásticas croquetas siempre que nos apetezcan y si además, como es mi caso, siempre tengo también un bote de pimientos del piquillo que en casa nos encantan imaginaros la combinación croquetas de atún y piquillos, probadlas ;-)

Ingredientes para 20 unidades:

- 8 cucharadas soperas de harina
- 500 ml. de leche 
- 3 latas de atún en aceite de oliva pequeñas
- 3 pimientos del piquillo
- 1 cebolla mediana
- Sal y pimienta
- Nuez moscada

Preparación:

Escurrimos el aceite de las latas de atún sobre una sartén amplia, añadimos un poquito mas si fuera necesario hasta cubrir y sofreímos en él la cebolla muy, muy picada a fuego medio hasta que trasparente.


Añadimos los pimientos del piquillo picados y rehogamos un minuto.
Añadimos el atún desmigado y mezclamos bien.


Añadimos ahora toda la harina de golpe y removemos y mezclamos hasta homogeneizar completamente a fuego moderado.


Añadimos 250 ml. de la leche y removemos con cuidado y con movimientos envolventes hasta que la masa lo absorba del todo.
El resto de la leche la iremos añadiendo poco a poco y removiendo todo el tiempo hasta que la masa se despegue completamente de la sartén y se vea fina y elástica.


Extendemos en una fuente amplia y dejamos enfriar completamente a temperatura ambiente tapada con papel de film para que no se seque la superficie y no cree costra.


Un vez fría del todo iremos cogiendo porciones del tamaño de una cuchara y dándoles forma, sin "sobarla" demasiado. Colocaremos en un plato.


Empanamos cada una pasándolas primero por huevo y luego por pan rallado.


Freímos en abundante aceite caliente hasta dorar al gusto y escurrimos el sobrante de aceite sobre papel absorbente.


Deliciosas!!!




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