Brooklyn Blackout Cake
La panadería Ebinge en Brooklyn fue la difusora de la Brooklyn Blackout Cake. Una rica tarta para fans absolutos del chocolate. Un bizcocho húmedo que no necesita ningún tipo de almibar y una deliciosa crema de chocolate de sabor intenso y cubierto con las propias migas del bizcocho.
El nombre de la tarta viene por los apagones (blackout) que sufrió la ciudad de Nueva York durante la segunda guerra mundial. Las luces se apagaban, las ventanas se tapaban con telas negras, no querían que se viese a los barcos salir. Por eso la panadería Ebinge creo esta tarta de chocolate tan oscura, como homenaje a los astilleros de Brooklyn.
Lo más complicado de la receta es que nos quede una buena crema de chocolate, de textura más espesa que unas natillas, pero si nos ayudamos de una batidora sale perfecta. Y lo mejor de todo, usando un preparado de harina sin gluten salió estupenda, así que ya tengo otra opción de tarta espectacular para mi nieto. Vamos con la receta de la Brooklyn Blackout Cake y el paso a paso.
Ingredientes:
Para un molde de 20 cm
Bizcocho:
- 170 gr. de harina (yo usé un preparado sin gluten)
- 250 gr. de azúcar
- 2 huevos L
- 100 gr. de mantequilla a temperatura ambiente
- 50 gr. de cacao en polvo
- 1/4 de c/s de extracto de vainilla
- 1 de c/p de levadura en polvo
- 1 de c/p de bicarbonato
- 160 ml de leche
- una pizca de sal
Crema de chocolate:
- 300 gr. de azúcar
- 200 gr. de Maizena
- 1 c/s de miel
- 125 gr. de cacao en polvo
- 85 gr. de mantequilla a temperatura ambiente
- 1/2 c/s de extracto de vainilla
- 600 ml + 200 ml de agua
c/s= cuchara sopera c/p= cuchara de postre
Elaboración:
Esta tarta se compone de varias capas y se intercala el bizcocho con la crema de chocolate, por lo que necesitamos un bizcocho alto del que podamos sacar tres discos. Para esas cantidades necesitamos un molde de 20 cm que sea alto. Yo utilizo para este tipo de bizcochos una cazuela de horno de cristal y quedan perfectos, lo único es que necesitamos un poco más de tiempo de horneado que con un molde de alumnio.
Batimos la mantequilla con el azúcar ayudados de unas varillas eléctricas o un robot de cocina. En la Thermomix a velocidad 4, hasta que nos quede una crema ligera. Unos 2 minutos.
Vamos añadiendo los huevos seguimos mezclando medio minuto más. Incorporamos la vainilla, el cacao, la levadura, el bicarbonato y la pizca de sal y volvemos a mezclar hasta que todo esté perfectamente integrado.
Incorporamos la mitad del harina y mezclamos. Luego la leche y mezclamos y por último el resto de harina volviendo a mezclar.
Engrasamos un molde, vertemos la mezcla y la metemos al horno al que previamente hemos precalentado a 170º. Dependiendo del horno y del molde, el bizcocho lo tendremos listo en 50 minutos aproximadamente. Sabremos que está listo cuando pinchando con una brocheta en el centro esta salga limpia.
Dejamos enfríar sobre una rejilla y desmoldamos pasados diez minutos. Dejamos que se enfríe completamente y reservamos.
Mientras tenemos el bizcocho en el horno, vamos preparando la crema. Ponemos al fuego un cazo con 600 ml de agua y añadimos el azúcar, la miel y el cacao en polvo. Removemos bien y dejamos hacer a fuego medio removiendo continuamente hasta que llegue al punto de ebullición.
Mientras tenemos que mezclar la Maizena con los 200 ml de agua caliente. Nos queda una masa muy, muy espesa y aquí es cuando os recomiendo una batidora para mezclar bien y que no nos quede ningún grumo. Añadimos esta masa a la mezcla anterior, mezclamos muy bien (recomiendo volver a utilizar la batidora) y llevamos nuevamene a ebullición removiendo continuamente.
Incorporamos la mantequilla y la vainilla, volvemos a remover bien y dejamos enfriar en un bol tapado con film de cocina para que no se reseque.
Incorporamos la mantequilla y la vainilla, volvemos a remover bien y dejamos enfriar en un bol tapado con film de cocina para que no se reseque.
Dejamos enfríar al menos 1 o 2 horas antes de ponernos con el montaje de la tarta. Lo primero es quitar el copete del bizcocho y reservarlo, ya que este desmigado lo vamos a utilizar al final para cubrir la tarta. Cortamos el bizcocho en tres partes. Si nos ayudamos con una lira nos quedará mucho mejor, sino lo hacemos con cuidado con un buen cuchillo grande de partir pan.
Cubrimos el primer disco del bizcocho con una generosa capa de crema de chocolate. Muy generosa. Cubrimos con el segundo disco y realizamos la misma operación. Tapamos y cubrimos completamente el bizcocho con la crema.
Con las migas de bizcocho reservadas del copete, cubrimos completamente la tarta. Dejamos la tarta montada en el frigorífico hasta el momento de consumirla.
Servimos muy fria.
Delciosa y adictiva.
Bon appétit