Chucrut
Tengo que ser sincera y confesaros que cuando comencé a hacer esta receta, hace 4 semanas, para nada las tenía todas conmigo, daba por hecho que iría directa a la basura.... ¿una verdura que solo con sal y agua y tapada con un paño durante 4 semanas a temperatura ambiente no se "pudriera"? Increíble... pero cierto...
Busqué muchas recetas en la red y finalmente me quedé con la de Miriam "Invitado de invierno", yo me voy a ahorrar toda la teoría científica acerca del cómo y porqué se alinean los astros y casi por arte de magia el repollo se convierte en chucrut, Miriam lo explica tan bien y con tanto detalle que mejor ir a su blog y leedlo, yo no sabría hacerlo mejor.
Esta es la típica receta que tienes que hacer una vez en la vida por decir que la has hecho en casa, pero a no ser que seáis fans total del chucrut o que tengáis sitio para tener fermentando recipientes por toda la casa durante semanas mejor comprarlo envasado del super.
Aún así, no me arrepiento de haberlo intentado, siempre hay que probar y ya os digo que me salió a la primera ¿será la suerte del principiante?...quizás no lo vuelva a hacer por si las moscas, aunque me pica la curiosidad de probar el de lombarda y mezclar con cebolla o zanahorias tal y como indica Miriam... no sé, todo se andará...
- 1 repollo
- Sal marina
Preparación:
Cortamos lo mas finamente posible el repollo.
En un bol amplio, opaco y con tapa vamos colocando capas y añadiendo puñados de sal marina entre medias, mezclando con la mano de cada vez.
Con la maza de un mortero vamos aplanando y golpeando el repollo para provocar que sude.
Debe quedar a la mitad de su volumen.
Hay repollos que sudan mas y otros que menos.
Tapamos con un paño y dejamos reposar 1h. a temperatura ambiente.
Pasado ese tiempo habrá sudado todo lo que puede, de no ser así y no tener agua suficiente para cubrir las hojas pondremos agua del grifo.
Taparemos de nuevo con el paño y luego con la tapa y dejaremos fermentar 4 semanas.
Pasado ese tiempo escurrimos, lavamos un poco bajo el grifo de agua fría y volvemos a escurrir.
Ya tendremos nuestro chucrut listo para envasar en tarros de cristal.