"Un lugar donde guardar el aroma que sale de los pucheros, una buena receta, la tarjeta de aquel restaurante que nos gustó tanto, la etiqueta de una botella de vino…"

La cajita de Nieves y Elena

Crema para untar de calabaza y tahina by Yotam Ottolenghi

 
Según Yotam Ottolenghi, esta mezcla de calabaza es muy popular entre la gente que la prueba. La mezcla de calabaza y tahina es mágica y acaba siendo adictiva. Se sirve con pan o como surtido de mezzes (aperitivos orientales que se sirven con alcohol). Yo doy fe de que es adictiva y muy fácil de hacer. Para su elaboración he usado una de las calabazas de Halloween de este año y así la incluyo en la recopilación de nuestra amiga Rosalía y su reto  "Reciclando Sabores". Hace dos años ya reciclé con la calabaza de Halloween un rico hummus de calabaza. Aunque compremos calabazas para decorar, tenemos que sacarles todo el partido 😉

 Ingredientes:
  • 1 Kg de calabaza pelada
  • 70gr. de tahina
  • 1 yogur griego
  • 1 diente de ajo
  • 3 cucharadas de aceite de oliva virgen
  • 1 cucharadita de canela molida
  • 1 cucharadita de semillas de sésamo blanco
  • 1 cucharadita de semillas de sésamo negro
  • 1 cucharadita de sirope de dátiles*
  • 2 cucharaditas de cilantro
  • Sal
Elaboración:

Ponemos la calabaza en una fuente de horno y espolvoreamos por encima la canela, el aceite y un poquito de sal. Asamos la calabaza en un horno precalentado a 200º C durante 70 minutos. Tapamos la calabaza a medio asar para que no se nos queme.

Ponemos en un robot de cocina la calabaza, el yogur, la tahina y el ajo  y procesamos hasta que nos quede una pasta que no sea demasiado fina. Yo lo he hecho en la Thermomix. Añadimos el sirope de dátiles y volvemos a mezclar.
Se sirve extendida sobre una bandeja con las semillas de sésamo blanco y negro por encima y espolvoreado con cilantro.



NOTAS: * El sirope de dátiles es un edulcorante natural que se puede encontrar en tiendas especializadas en productos de Oriente Medio. Se puede sustituir por sirope de Arce o un almibar.

Bon appétit

Fuente: Libro Jerusalem de Yotam Ottolenghi


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