"Un lugar donde guardar el aroma que sale de los pucheros, una buena receta, la tarjeta de aquel restaurante que nos gustó tanto, la etiqueta de una botella de vino…"

La cajita de Nieves y Elena

Tarta Pepa Pig red velvet



Sofía quería a Pepa Pig en su tarta de cumpleaños, yo pensaba en preparar cualquier tarta de chocolate, de la que les gusta a los niños y decorarla con la picasiana cerdita, pero... "Noooo, abuela de chocolate no, yo quiero una tarta rosa"

Así que después de un rato de liberación, decidí preparar la red velvet, pero no la que hice hace ya un par de años y que podéis ver aquí, sino con algunas variantes en su relleno y cobertura, sobre todo para que fuese una tarta muy, muy, rosa ;)

El frosting de queso iba mezclado con buttercream y con nata montada para el relleno, y con un poco de colorante para darle el toque. Y con muy poca nata para la cobertura. Todo para conseguir que la tarta fuese adictiva.



Ingredientes:

Bizcocho:
  • 350 gr. de harina (yo he usado harina sin gluten)
  • 250 gr. de azúcar
  • 250 ml. aceite de oliva virgen
  • 250 ml. buttermilk (Se puede hacer echando una cucharada de vinagre o zumo de limón en 250 ml de leche y dejando reposar 10')
  • 40 gr. de cacao puro en polvo
  • 2 huevos
  • 1 cucharadita de vinagre de vino
  • 1 cucharadita bicarbonato sódico
  • 1 cucharadita de esencia de vainilla
  • una pizca de sal
  • Colorante rojo en gel

Frosting de queso y nata:
  • 400 gr. de crema de queso
  • 200 gr.+ 100 gr. de azúcar glás
  • 150 gr. de mantequilla
  • 500 ml. de nata líquida 35% mat. grasa
  • colorante rojo en gel









Elaboración:

Empezamos precalentando el horno a 175º. Tamizamos el harina, el cacao y la sal y reservamos.


Batimos el azúcar con el aceite hasta que esté suave y esponjoso (unos 2-3 minutos). Añadimos los huevos, de uno en uno, y el extracto de vainilla y continuamos batiendo hasta que se mezcle.


Tenemos que mezclar el buttermilk con el colorante rojo. Yo las veces que lo he necesitado no lo he encontrado, pero si ponemos 250 ml. de leche con una cucharadita de limón o vinagre, en 10 minutos tenemos nuestro buttermilk. cuando lo tengamos lo ponemos en un bol grande.


Ahora vamos agregando primero una parte de la mezcla de harina y cacao y la mezclamos con las varillas a baja velocidad, luego añadimos la mezcla de huevos con azúcar y aceite y terminamos de nuevo el resto de la seca. Mezclamos el vinagre y el bicarbonato, dejando que haga efervescencia y lo agregamos a la masa repartiéndolo bien .



Vertemos la mezcla en un molde previamente engrasado y lo horneamos durante 45-50 minutos, comprobando siempre pinchando en el centro con una brocheta que esta salga seca. Cuando esté listo, dejamos enfriar sobre una rejilla. Menos mal que había que quitarle el copete, porque debido a la harina sin gluten salió un poco deforme por arriba, je, je.


Ahora vamos con el relleno y la cobertura.

Para la preparación del buttercream-frosting de queso, batimos la mantequilla a temperatura ambiente con los 200 gr. de azúcar glas durante un par de minutos, a continuación añadimos 1/3 del queso crema, que deberá estar muy frio y continuamos batiendo hasta conseguir una crema homogénea. Añadimos el resto de queso y una cucharadita de aroma de vainilla. Este frosting de queso no es el que utilizo normalmente, ya que lo que hago es batir el queso con el azúcar y no utilizo mantequilla, pero necesitaba una mezcla con más consistencia. También le puse un poco de colorante ya sabéis que quería la tarta rosa.


Por otro lado montamos la nata con los 100 gr. de azúcar glass. La nata siempre bien fria para que monte bien y rápido. Yo la meto diez minutos en el congelador antes de montarla.


Como he dicho antes, tenemos que quitar el copete al bizcocho para que quede una superficie uniforme y podamos decorarlo. Lo cortamos por la mitad y lo dejamos listo para el relleno que haremos mezclando la nata con 1/3 del buttercream-frosting (palabrita que no se como llamar a la mezcla esa).


Ahora hacemos al revés, como sobraba un poco del relleno, hay que aprovecharlo, así que lo mezclamos con el buttercream-frosting. Esta crema es la que usaremos para cubrir la tarta. Lo suficientemente fuerte para aguantar un poco de fondant, y lo suficientemente cremosa para que nuestra tarta sea rica, rica.


Metemos la tarta en el frigorífico para que coja más consistencia y preparamos la plantilla para hacer a la famosa cerdita Pepa Pig. He usado fondant sin gluten que he teñido con colorantes también sin gluten, pero si os animáis a hacer el fondant casero, podéis verlo aquí. Por lo demás, hay que recortar e ir poniendo piezas.


Lista para llevar a la cumpleañera


Y ella feliz con su tarta rosa.



¡¡¡FELICIDADES PRINCESA!!!


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