"Un lugar donde guardar el aroma que sale de los pucheros, una buena receta, la tarjeta de aquel restaurante que nos gustó tanto, la etiqueta de una botella de vino…"

La cajita de Nieves y Elena

Roscón de Reyes de castañas y calabaza


Soy amiga de las tradiciones, eso ya os lo he contado en otras ocasiones, y el roscón de Reyes me gusta clásico. Me gusta comerlo la víspera y el día de Reyes. Me gusta acompañarlo de un chocolate caliente o un café con leche si es en el desayuno. En mis recuerdos está esa chocolatera de mi abuela dejando caer sobre las tazas de todos los primos su preciado contenido. Chocolate espeso, para comer más que para beber, que nos dejaba unos bigotes y unas risas. Y un roscón sin rellenos que dejaba apreciar el sabor a almendra y el aroma de azahar.

En la cajita os hemos dejado año tras años nuestros roscones: el primero que hice yo "Roscón de Reyes y cabalgata", el primero de Nieves "Roscón de Reyes", el que llevaba zumo de naranja para aromatizarlo "Roscón de Reyes aromatizado con zumo de naranja" y una variante que me dieron de mi primera receta "Roscón de Reyes, otra receta". Con todo eso ya pensabamos que la cajita estaba servida y que el capitulo "roscón" se quedaba cerrado, hasta que recibimos la propuesta de diciembre de Virginia y Clara, las chicas de Bake the World

La propuesta era preparar un roscón diferente y a mí casi me da un síncope. ¿Un roscón que no sea clásico?, pero al final acepté el reto y he preparado un roscón al que le he incorporado calabaza y castañas asadas. Esperamos que os guste.



Ingredientes:

Azúcar aromatizado:
  • 120 gr. de azúcar
  • La piel de un limón
  • La piel de una naranja

Masa madre:
  • 70 gr. de leche
  • 10 gr. de levadura prensada fresca
  • 1 cucharadita de azúcar
  • 130 gr. de harina de fuerza

Masa:
  • 60 gr. de leche
  • 70 gr. de mantequilla
  • 2 huevos
  • 20 gr. de levadura prensada fresca
  • 30 gr. de agua de azahar
  • 450 gr. de harina de fuerza (más un poco más para ajustar si necesitamos)
  • 200 gr. de calabaza asada
  • 100 gr. de castañas asadas
  • 1 pellizco de sal
  • huevo batido para decorar
  • Almendra laminada o picada
  • Azúcar humedecido con agua de azahar
  • Marrón glasé para decorar

Azúcar aromatizado:
En la Thermomix pulverizamos el azúcar 30'' en velocidad progresiva 5-10. Añadimos las pieles de la naranja y el limón sin la parte blancas y ponemos otros 15'' en la misma velocidad.

Sin Thermomix podemos usar azúcar glass y rallar la piel de la naranja y el limón y mezclarlo bien todo. También podemos moler el azúcar con cualquier robot de cocina el tiempo dependerá de la fuerza del aparato

Reservamos.


Picamos de forma gruesa las castañas asadas y reservamos también.


Masa madre:

En el vaso de la Thermomix ponemos todos los ingredientes de la masa madre. Programamos 15 segundos a  velocidad 4. Retiramos del vaso y formamos una bola que colocamos en un bol. Añadimos agua templada hasta que cubra la bola y dejamos reposar hasta que doble su tamaño y flote en el agua.

Podemos hacer la masa madre poniendo todos los ingredientes en cualquier otro robot de cocina o en un bol y amasando con las manos.

 
Masa:

En el vaso de la Thermomix ponemos todos los ingredientes menos las castañas: el azúcar aromatizado, la calabaza asada cortada en trozos, la mantequilla, los huevos, la leche, la levadura, el agua de azahar, la harina, una pizca de sal y la bola de la masa madre. Mezclamos durante 1 minuto a velocidad 3, añadimos las castañas troceadas y amasamos durant 3 minutos a velocidad espiga.

Igual que la masa madre, este proceso lo podemos hacer en otro robot o amasando a mano. si tenéis un robot pequeño o con menos fuerza podéis amasar en dos veces.


Sin sacar del vaso, dejamos reposar la masa (o en un bol si se ha hecho con otra máquina o a mano). El reipiente debe quedar bien tapado y abrigado para que no tenga corrientes frias, yo uso una bolsa isotérmica. Lo dejamos así durante una hora hasta que aumente de tamaño. Bajamos la masa con la espátula y programamos 1' velocidad espiga (o sacamos el aire con las manos, dándole unos cuantos movimientos).

Enharinamos una superficie lisa y volcamos la masa. Le damos forma de bola alisándola con las manos. Si la masa es excesivamente blanda añadiremos un poco más de harina y amasaremos con las manos. Para esta cantidad, yo he dividido la masa en dos para sacar dos roscones medianos. Introducimos los dedos por el centro de la bola para ir dando poco a poco la forma. Cubrimos una bandeja de horno con papel de horno y ponemos sobre ella el roscón.  ¡Qué no se nos olvide meter la sorpresa y el haba seca! 

Pintamos con huevo batido y decoramos con láminas de almendra, azúcar humedecido con azahar y en este caso con marrón glasé. Volvemos a tapar y esperamos que doble el volumen.


Con el horno precalentado a 200º  cocemos el roscón durante 5 minutos, luego bajamos a 180º y le ponemos durante 15 minutos más. Ya sabéis que los tiempos pueden variar dependiendo del horno de cada uno, por lo que habrá que vigilarlo.

Sacamos y dejamos enfríar (si es que podéis aguantaros)


Con café, con chocolate o  solo atacamos el roscón. A uno le tocará la sorpresa y otro será el "tonto del haba" y le tocará pagar el roscón.


Bon appétit
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