Mejillones en salsa gallega picantita
Nuestra querida amiga Chus de "Para estar por casa" celebra su 5º cumpleblog y organiza un sorteo estupendo con productos Lèkué como premio y nosotras queremos acompañarla con estos mejillones en salsa gallega picantita.
¿Qué hay que hacer? Sólo hay que preparar una receta de las suyas, igual o poniéndole tu toque personal.
Cuando encontré esta sentí que era la mía, al igual que a ella, en mi casa también adoramos los mejillones, de cualquier manera, desde un buen guiso de pescados o mariscos hasta comerlos así tal cuál al vapor, nos chiflan, así que decidí que esta receta debía ser la elegida.
Los mejillones en salsa gallega son los que mas se repiten en mi casa, a mi me gusta ponerle un toque picante y añadirle una combinación de otras salsas para potenciar su sabor.
Aquí va mi manera de hacerlos:
Ingredientes:
- 1 kg. de mejillones
- 2 hojas de laurel
- 250 gr. de tomate frito
- 100 gr. de vino blanco
- 100 gr. de caldo de pescado
- 1 cucharadita de carne de pimiento choricero
- 1 cucharadita de pimentón agridulce
- 1 diente de ajo
- 1 cebolla mediana
- 1 chorrito de salsa barbacoa
- 1 chorrito de salsa perrins
- 1 chorrito de zumo de limón
- 1 cayena
- 1 cucharada sopera de harina (Opcional, con o sin gluten)
- Aceite de oliva
Preparación:
En una sartén amplia pochamos la cebolla cortada en burnoise en un chorrito de aceite de oliva.
Cuando esté blandita añadimos el ajo muy picado y la cayena y rehogamos un par de minutos.
Apartamos un momento la sartén del fuego y espolvoreamos el pimentón, rehogamos hasta mezclar completamente.
Volvemos a poner la sartén al fuego, ahora suave y añadimos la harina que sofreiremos un par de minutos sin dejar de remover.
Incorporamos el tomate frito, mezclamos y añadimos el resto de salsas, la carne de pimiento choricero, el chorrito de salsa barbacoa y el chorrito de la salsa perrins. Mezclamos todo bien.
Añadimos el vino, el caldo de pescado y el chorrito de zumo de limón.
Cocemos a fuego suave 3 o 4 minutos sin dejar de remover.
Quitamos la cayena, batimos y reservamos.
(Si somos valientes y nos gusta mucho el picante dejaremos la cayena)
Abrimos a continuación los mejillones, lo haremos al vapor, en su propio jugo (así no se secarán ni se reducirán de tamaño).
Después de lavar y quitar "el pelo" de los mejillones los ponemos en una sartén amplia con un chorrito de limón y un par de hojas de laurel.
Tapamos y a fuego vivo esperamos hasta que se abran, tardarán tan solo un par de minutos.
Una vez abiertos retirar inmediatamente del fuego, desechar la cáscara que no tenga "fruto" y colocar el resto en una bandeja para servir.
Regamos con la salsa y listos para comer.
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