"Un lugar donde guardar el aroma que sale de los pucheros, una buena receta, la tarjeta de aquel restaurante que nos gustó tanto, la etiqueta de una botella de vino…"

La cajita de Nieves y Elena

Tarta de limón sin horno


Todos recordaremos el verano del 2015 como el más caluroso de nuetras vidas, o por lo menos eso espero porque no me gustaría vivir otro con igual o más calor que ese. Yo, que adoro el calor, que nací en pleno mes de agosto y por eso me siento completamente aclimatada cuando los demás sudan la gota gorda, suspiré por un poco de frío, soñé con lluvias y algo impensable en otros veranos NO encendí el horno.

Yo el horno lo enciendo para todo, no me suele agoviar el calor que desprende ni estando a 40º a la sombra, pero lo del pasado verano fue infernal, por eso no me quedó otra que buscar una tarta sin horno si quería soplar las velas en mi cumpleaños. Buscando una receta que tengo guardada, pero no encontré, de una tarta de limón sin horno que hacía mi tía Julia, me encontré con una receta parecida, aunque con algunas diferencias notables. Cuando encuentre la otra, que la encontraré, os la pondré para que elijáis la que más os guste. 

Esta tarta de limón es de las que entran solas. Refrescante y cremosa.


Ingredientes:

  • 300 gr. de magdalenas tipo valencianas
  • 500 ml. de nata para montar 35% de materia grasa o más
  • 500 gr. de queso de untar
  • 1 sobre de gelatina de limón
  • 1/4 litro de agua
  • 150 gr. de azúcar
  • 50 gr. de mantequilla
  • 1 limón


Elaboración:

Diez minutos antes de montar la nata, la metemos en el congelador para que esté muy, muy fria. Luego, la montamos ayudándonos de unas varillas eléctricas o con la Thermomix. La reservamos en el frigorífico tapada con un film de cocina.


Ponemos un recipiente al fuego con el agua hasta que hierva y disolvemos en el agua el sobre de gelatina de limón. También podemos ponerlo en el vaso de la thermomix. Ponemos el agua y  la calentamos 4 minutos, temperatura varoma velocidad 1. Añadimos el sobre de gelatina y lo mezclamos durante 1 minuto y medio a velocidad 2. Lo sacamos y lo dejamos que se temple en otro recipiente. 

Trituramos las valencianas en la Thermomix o los desmenuzamos de forma manual y reservamos. La cantidad dependerá del tamaño de nuestro molde y de si nos gusta más o menos base. Fundimos la mantequilla y la mezclamos con las valencianas desmigadas. No nos tienen que quedar ninguna miga seca, por lo que si nos hace falta, añadimos algo más de mantequilla, pero también con prudencia, tienen que quedarnos húmedas pero sueltas las migas.


En un plato para tartas, ponemos el aro de un molde desmoldable de 24-26 cm. Lo hacemos así porque la tarta no se puede desmoldar por la base, ya que la superficie es blanda. Cubrimos el fondo con papel de horno y ponemos por encima la mitad de las migas. Metemos todo en el frigorífico para que la base de nuetra tarta tenga consistencia.

Volvemos a usar la Thermomix o cualquier otro robot. Vertemos en el vaso el queso de untar y el azúcar y mezclamos durante 10 segundos a velocidad 3. Añadimos el zumo del limón y la gelatina y la mezclamos durante 15 segundos a velocidad 3. En cualquier otro robot, o en un bol, batimos hasta conseguir una crema de limón.


Añadimos esta crema de limón a la nata que tenemos reservada, pero con mucho cuidado y con movimientos envolventes. Sacamos el molde del frigorífico y vertemos la crema de limón. Alisamos y cubrimos con el resto de migas. Metemos la tarta en el frigorífico y dejamos que solidifique al menos durante 4 horas.

Con esta tarta no bajan las temperaturas, pero mientras la comemos estamos tan frescos, je je



Bon appétit
Fuente: Velocidad cuchara Imprime esta receta