"Un lugar donde guardar el aroma que sale de los pucheros, una buena receta, la tarjeta de aquel restaurante que nos gustó tanto, la etiqueta de una botella de vino…"

La cajita de Nieves y Elena

Ensaladilla rusa y los veraneos de la infancia


Nuevamente Marisa nos invita a prepar una receta BBSS (Buena, Barata, Sana y Sencilla), esta vez pensando en el veraneo, palabra que a los más jóvenes les resultará extraña, pero que a mi enseguida me ha hecho pensar en ensaladilla rusa. Y es que aunque ahora nos vayamos de vacaciones a la playa o de viaje al Caribe, cuando yo era pequeña la gente "veraneaba".

El veraneo era pasar de mejor o peor forma el verano, sobre todo en un Madrid sin aires acondicionados y con un asfalto achicharrante. En Madrid a los veraneantes los podríamos poner en cuatro grupos: los que disponían de tiempo y dinero para pasar los meses de verano en San Sebastián, por ejemplo; los que tenían pueblo y mandaban allí a la familia a pasar el verano o en su defecto si  no tenían pueblo alquilaban una casa en uno; los que cogían la tienda de campaña y montaban el campamento veraniego en La Pedriza (lugar de la Sierra de Guadarrama donde nace el Manzanares); y los que no les quedaba más remedio que conformarse con el botijo e ir a refrescarse al Parque Sindical (piscina gigantesca llamada también "El charco del obrero"). Menos los del primer grupo, para todos los demás la ensaladilla rusa era el plato por excelencia de los domingos en verano.

Mi familia era de los que no tenían pueblo y hasta que pudieron adoptar uno comprando un pequeño apartamento, alquilaban una casa de PUEBLO con mayúsculas. No una casa rural toda "cuqui", sino una casa con su patio de arena, sus puertas que chirriaban y sus arañas y moscas. La casa la cogían entre mis padres y mis tíos y mientras nosotros veraneabamos mi padre y mi tio estaban en Madrid de "Rodríguez" (nunca supe porque llamaban así a los hombres que se quedaban trabajando mientras sus mujeres e hijos pasaban el verano en otro lugar). El pueblo al que yo iba se llama Cercedilla y recuerdo los preparativos de los sábados y domingos, que eran cuando mi padre y mi tío venían a vernos, para hacer excursión a Las Dehesas, a Camorritos o a la piscina municipal. Esos días se preparaban filetes empanados, pimientos fritos y por supuesto ensaladilla rusa. Se cogían las sillas y mesas plegables, la nevera y a pasar el día fuera todos apiñados en el 600 o el 2 CV.

De esos veraneos me quedan muy buenos recuerdos y una carta que me mandó mi padre cuando cumpli 8 años que conservo como oro en paño y entre otras cosas me mandaba esta felicitación.

.../... Un beso muy fuerte Elena, desde los Madriles te mando
y ya estaré soñando, estar cerca de tí nena,
espero que hoy seas muy buena desde la mañana a la noche,
para así poner buen broche al día de Sta. Elena .../...

Y aunque ibamos unos días al Norte, no era para veranear, sino un pequeño viaje de verano con el 600.




Y después de las lágrimas que me caen cada vez que le recuerdo, paso a contaros como hago yo la ensaladilla rusa.

Ingredientes:
  • Patatas
  • Zanahorias
  • Guisantes
  • Judías verdes
  • Atún en aceite
  • Gambas cocidas
  • Huevos duros
  • Pimientos asados
  • Aceitunas
 

Mayonesa
  • 2 huevos
  • 350 ml de aceite de oliva (aprox)
  • 1/2 limón
  • Sal



Elaboración:

Los ingredientes de la ensaladilla rusa van en la proporción que más nos guste. Lo primero que tenemos que hacer es cocer las patatas, hortalizas y verduras en abundante agua con sal hasta que estén lo suficientemente tiernas para que se puedan partir con facilidad, pero que no estén deshechas. Las troceamos y las ponemos en una fuente honda. Si utilizo preparados congelados los cuezo al vapor, ya que al venir troceado el vapor los deja con una textura que me gusta más. Escurrimos bien y ponemos sobre una fuente honda.


Mientras se cuecen las patatas, verduras y horalizas, ponemos a cocer los huevos durante diez minutos desde que rompe a hervir el agua. Cuando estén los dejamos enfriar y los pelamos. Para que los huevos duros se pelen más facilmente y no se revienten al cocer, es conveniente pinchar con la punta de un cuchillo en la base más ancha del huevo que es donde tienen una cámara de aire y no hay peligro de que se salga por ahí la clara.


Incorporamos a la fuente las gambas cocidas y peladas, el atún bien escurrido, los pimientos asados picados, los huevos duros que teníamos cocidos troceados y las aceitunas. Mezclamos bien y dejamos reposar en el frigorífico para que coja la ensaladilla el sabor de todos los ingredientes.


He querido preparar la mayonesa como la hacía mi madre cuando yo era pequeña, a mano. Para hacerla se pone una yema de huevo en un mortero o un bol pequeño, se le añade la sal y un chorro de limón, y con paciencia se va moviendo con un tenedor mientras se va echando el aceite lentamente, muy lentamente y sin dejar de remover para que vaya ligando la salsa. La he hecho así y con la cantidad que ha salido no daba para toda mi ensaladilla, por lo que he optado por hacer más, pero esta vez con la batidora de brazo que con ella tenemos la mayonesa hecha en un santiamén y además no tenemos que tirar las claras. La mayonesa con la batidora de brazo se hace poniendo todos los ingredientes en el vaso y empezado a batir con el brazo apoyado en el fondo y luego levanandolo poco a poco mientras va ligando hasta que llegamos a la superficie. A mi me gusta la mayonesa con el sabor intenso del aceite de oliva, pero si preferís un sabor más suave podéis usar aceite de girasol.


Añadimos la mayonesa a la fuente de la ensaladilla, mezclamos y decoramos con huevo duro y pimientos asados como se ha hecho toda la vida


O convertimos nuestra ensaladilla viejuna en "frutos del mar arropados por una danza de verduras y hortalizas con una emulsión de huevo y AOVE".



Bon appétit



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