"Un lugar donde guardar el aroma que sale de los pucheros, una buena receta, la tarjeta de aquel restaurante que nos gustó tanto, la etiqueta de una botella de vino…"

La cajita de Nieves y Elena

Sardinas a la sal

Podría escribir la cantidad de propiedades saludables que tienen las sardinas pero no estoy aquí para eso, se lo dejo a los nutricionistas y médicos y que sepan que en mi casa vamos servidos porque nos encantan, ¿problema para no comerlas mas a menudo? ya lo sabéis, el olor que se queda por toda la casa aunque te encierres en la cocina al vacío jejeje...

Pues bien, para disfrutarlas sin aportar aceites al freír, o sin dejar olores es al horno a la sal, una querida amiga me dijo que ella las hacía así, si hacemos lubinas o doradas a la sal ¿porque no las sardinas? oye, menudo descubrimiento.


Desde entonces cada vez que las veo así, como se ven estas, frescas, enteras, duritas y bien tiesecitas van al horno y preparo una cena con un poquito de ensalada en un pis pas.


Ingredientes para 4/6 personas:

-1 kg. de sal gruesa para cocinar por cada 6 sardinas grandes (con cabeza, con tripa, con escamas, tal cual).

*La sardina debe cocinarse entera sin ninguna rotura y con las escamas porque éstas y la piel harán de "papillote" y la carne por dentro quedará jugosa y blanquita y la sal no entrará.





Preparación:

Humedecemos la sal gruesa en un bol amplio con un poco de agua y mezclamos hasta conseguir la textura de arena húmeda o granizo.


Ponemos 1/3 de la sal en la base de nuestra bandeja de horno y aplanamos con la palma de mano hasta dejarla muy fina pero perfectamente repartida y cubriendo toda la superficie (no deben quedar huecos vacíos pues las sardinas se pegarán a la bandeja)


Colocamos las sardinas una para cada lado dejando espacio entre ellas.
Cubrimos con el resto de la sal y prensamos con la mano haciendo la forma de sardina, como si moldeáramos arena en la playa, las cubriremos completamente excepto la cabeza y la cola.


Horneamos con el horno precalentado a 180º de 10 a 15 minutos (según el tamaño de la sardina y la potencia de nuestro horno) Sabremos que están echas cuando la cola esté tostada.

Con un cuchillo o espátula de tartas vamos separando y ahuecando con cuidado cada sardina y retirando la sal sobrante, deben salir enteras, la sal debe despegarse sin problemas.


Presentamos con un poco de ensalada de la que mas nos guste.



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