"Un lugar donde guardar el aroma que sale de los pucheros, una buena receta, la tarjeta de aquel restaurante que nos gustó tanto, la etiqueta de una botella de vino…"

La cajita de Nieves y Elena

Cordero de Gracia


No, esta receta de cordero no es la receta judía de un cordero del tiempo de los romanos. Es la receta de un cordero cocinado con cerveza y vino que me dió Gracia, una simpática extremeña con la que coincidí en un viaje a Escocia. Es la sencilla receta de un cordero que se hace poco a poco pero al que no tenemos que dedicarle largas horas en la cocina, sólo dejar que se vaya haciendo. El resultado es un cordero jugoso que se deshace al comerlo. Lleva una cantidad importante de ajos, pero no tengáis miedo (yo se lo tenía), el ajo no tapa el sabor de la carne para nada. 

Para la elaboración de este plato, el cordero no puede ser lechal ya que se quedaría deshecho. Yo he usado recental que es el cordero que ya ha sido destetado y tiene 4 meses aproximadamente. Si lo hacéis con cordero pascual tendréis que aumentar el tiempo de cocinado.

Como la receta la cogí de oido creo que no se me ha olvidado ningún ingrediente, pero si por casualidad lees esto Gracia, corrigeme si no fuese así.

Ingredientes:
  • 2 piernas de cordero recental troceadas.
  • 1 lata de cerveza
  • 1 medida de la lata de cerveza de vino (tinto o blanco)
  • 2-3 cabezas de ajo
  • Aceite de oliva virgen
  • 2 hojas de laurel
  • Sal
Elaboración:

Si, habéis leido bien los ingredientes, necesitamos 2 o 3 cabezas de ajos, así que lo primero es pelarlos. Yo lo he hecho con la Thermomix, con un truco que está genial porque puedes pelar muchos ajos de una vez y dejarlos luego conservados en aceite, para ir utilizándolos según nuestras necesidades. Se ponen los dientes de ajo en el vaso, se añade un litro de agua y se programan 4 segundos a velocidad 4 y giro a la izquierda. Se espera unos segundos y vemos como las pieles flotan en el agua, se retiran y colamos con el cestillo los dientes de ajo. Los secamos y listo.¿Fácil, no? Os dejo el vídeo.



Con nuestros ajos pelados, comenzamos  a preparar el plato. Ponemos aceite de oliva virgen en una sartén cubriendo bien el fondo y confitamos o freimos los ajos a fuego lento. Si vamos a usar vino blanco yo recomiendo confitar los ajos, es decir. Ponemos un cazo con aceite de oliva a 80º, añadimos los dientes de ajo pelados y los dejamos hacer por espacio de 40 minutos aproximadamente. Así los ajos nos quedan my blanquitos y no oscurecen la salsa. Yo he optado por hacer la receta con vino de la ribera del Duero y he sofrito los ajos a baja temperatura. Los reservamos.
En el mismo aceite que hemos usado con los ajos, sellamos la carne de cordero hasta que coja un color dorado. Sacamos el cordero y lo ponemos en una cocotte o en una fuente de horno.
En la misma sartén, añadimos el contenido de una lata de cerveza. Rellenamos la lata de cerveza con vino y lo añadimos también. Dejamos unos minutos a fuego medio para que se evapore el alcohol.
Con un robot de cocina, una batidora o la Thermomix, trituramos los ajos reservados junto con la mezcla de vino y cerveza y añadimos todo a la cacerola que contine el cordero. Incorporamos dos hojas de laurel.
En el horno precalentado a 150º metemos la fuente o la cocotte y dejamos hacer durante un hora y media. 


Así de fácil y así de rico. Servimos acompañado de unas patatas, arroz o verdura.  Yo he aprovechado el horno para meter unas patatas baby a las que había untado con aceite, tomillo y sal. 



Bon appétit


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