"Un lugar donde guardar el aroma que sale de los pucheros, una buena receta, la tarjeta de aquel restaurante que nos gustó tanto, la etiqueta de una botella de vino…"

La cajita de Nieves y Elena

Salamanca, un viaje inesperado


¿Os ha tocado alguna vez algo? ¿Habéis conseguido algún premio en alguna ocasión? yo tampoco, sólo Elena tiene suerte en estas cosas, desde que de jovencita le tocó un coche comprando muslos de pollo no ha parado... y he tenido la suerte de compartir uno con ella.


Todo comenzó con una mermelada de pimientos verdes, Elena elaboró esta exquisita mermelada sin imaginarse que tiempo después iba a ofrecernos un placer aún mayor.


Se nos ocurrió presentarla a un concurso de recetas de mermeladas caseras y... ¿a que no os imagináis lo que paso? ......... esoooo, nos tocooo!! 

Una escapada rural para dos personas ¡¡¡todo un lujo!!!


Lo primero, ojear los establecimientos, con una condición indispensable, un lugar a menos de 2 horas de Madrid.... comenzamos por la Comunidad de Madrid y abriendo el cerco llegamos a Salamanca... eso es, un sitio que tiene de todo, cultura, ocio, fiesta y una gastronomía de lo mejor de la península y segundo las fechas... Elena es una mujer con una agenda apretadiiiisima y según sus hijos van teniendo descendencia se complica aún mas ;-), revisa que te revisarás calendario arriba, calendario abajo... venga este día y casualmente coincidió con las fiestas de esta magnífica ciudad que si siempre tiene ambiente en estos días no os podéis imaginar.

Un hotelito a las afueras fue nuestro punto de partida, después de dejar maletas y hacer el cheking salimos escopetadas a disfrutar de esta ciudad y este día tan estupendo que nos brindaba la preciosa estación de otoño.


Siempre se dice que la primera vez que visitas Salamanca hay que entrar a ella por el puente romano situado en el Pº del Progreso, yo la primera vez que fuí no entré por ahí pero siempre que vuelvo lo hago y Elena también había estado varias veces, incluso viviendo en Salamanca un mes y no lo había pisado nunca... así que comenzamos nuestro recorrido con buen pié ;-)


Siendo ya la una de la tarde todos los bares, tascas y tabernas exponían sus habituales vitrinas repletas de pinchos, porque otra cosa no, pero Salamanca es la ciudad que mas pinchos tiene por bar y que mas bares tiene por habitante jejeje...

Decidimos comenzar probando la "geta" de cochino que tanta fama tiene y nos dirigimos al bar "La Viga" (Calle del Consuelo, 16) el mejor sitio para comerla, de hecho cuando entras nadie está comiendo otra cosa, puedes pedirte media ración por 4 euros que como podéis ver es una ración enorme y con un par de cañas ya ves el mundo de otro color.


Derechas a la Plaza Mayor tocaba parada para comer las archiconocidas "palomas" y que mejor que hacerlo en el Café Real, el mejor sitio para comer este pincho consistente en una ensaladilla rusa servida sobre una gran corteza frita... y otra caña... todo ello por 4 euros... y mientras nos deleitamos observando al cortador de jamón que nos hizo babear de nuevo.


Una vez en la Plaza Mayor no podemos irnos sin subir al Mesón Cervantes, deleitarnos con su decoración y tomar otro par de pinchos con otra caña, por ejemplo una tosta de ese buen jamón que nos quedamos con las ganas y otro par de cañas... piripiri piiii... ahora si veíamos el mundo de otro color jajaja...


Bueno, bueno, ahora vamos a hacer un poco de turismo cultural...
Podemos seguir de tapeo por toda la Rua Mayor y las calles que salen hacia abajo, también por la parte trasera de la Plaza Mayor en el Bambú (Calle Prior, 4) o por la zona antigua por las calles de la zona de la Catedral.

No se nos puede olvidar comprar una ranita, en cualquiera de sus formatos como souvenir ;-)


Desde la fachada de la Casa de las Conchas, la fachada de la Universidad Pontificia ...


... la fachada de la Universidad pública con su rana y su claustro...


... y por supuesto la Catedral con su astronauta para terminar descansando en el jardín de los enamorados, el huerto de Calixto y Melibea ;-)


Y con mucha sed a por un café en La Regenta, situada en la parte posterior de la Plaza Mayor (Espoz y Mina, 19) y luego una copilla en el "Capitán Haddok" un bar de lo mas chulo con velas y una luz tenue enclavado en un callejón estrecho de una de las calles comerciales (Calle del Concejo 13) .


¿Cena en el Cervantes? Si de nuevo vuelta a este mesón que tanto me gusta y con un jamón divino, una carne roja a la parrilla, un buen pan de candeal y un vino cogimos fuerzas para disfrutar del concierto que comenzaba en la Plaza Mayor.


Y como aún nos quedaban fuerzas y Salamanca no te invita a dejar la noche culminamos con una copa en el Irish Rover, (frente a la casa de las Conchas Av del Brasil, 7) un antiguo teatro trasformado en bar donde se puede disfrutar de música en vivo.

Volveremos....


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