"Un lugar donde guardar el aroma que sale de los pucheros, una buena receta, la tarjeta de aquel restaurante que nos gustó tanto, la etiqueta de una botella de vino…"

La cajita de Nieves y Elena

Tarta Sacher



La tarta Sacher es un tarta de chocolate típica de Austria: originariamente consiste en dos planchas de bizcocho de chocolate unidas con una mermelada de albaricoque y recubiertas con un glaseado de chocolate.

Esta tarta fue inventada en 1832 por Franz Sacher, que comenzaba en el mundo de la repostería. El motivo de crear algo especial era deleitar a un grupo de invitados entre los que se encontraba el príncipe Klemens Wenzel von Metterich.
La tarta Sacher la he comido muchas veces, aunque las tartas de chocolate no son precisamente mis favoritas, pero esta es la primera vez que me he lanzado a hacerla, y como siempre gracias a los retos que nos marca el círculo.
Aunque la tarta original como se indica antes es con mermelada de albaricoque, yo he utilizado mermelada de melocotón, ya que de siempre me ha gustado más. Tampoco he seguido la receta que ponen en el círculo, ya que yo tenía guardadas dos recetas distintas de la Sacher, y he decidido usar una de ellas.  



La tarta la llevé a una reunión familiar y gustó a todo el mundo, suave y jugosa. ¡Umm! ¡deliciosa! Otra tarta que seguro que prepararé más veces.

Ingredientes: 


Para el bizcocho:

110 gr. de almendra
100 gr. de harina
100 gr. de azúcar glas
50gr. de azúcar normal
100 gr. de mantequilla
6 huevos
150 gr. de chocolate al 70% (yo usé 60%)
1 sobre de levadura
1 sobre de vainilla azucarada
Mermelada de albaricoque (yo usé melocotón)

Para el glaseado:

100 gr. de nata con 35% de materia grasa
150 gr. de chocolate 60%
30 gr. de mantequilla

Para preparar esta tarta no hay que tener prisa, la incorporación de cada uno de los ingredientes se va haciendo con mimo. Empezamos picando las almendras con la picadora o en un robot de cocina y las reservamos.


El chocolate lo derretimos en el microondas, revisando cada 30' y removiendo hasta que esté completamente fundido y dejamos que se enfrie un poco (me encanta remover el chocolate cuando está fundido).


Con las varillas mezclamos el azúcar glas con la mantequilla a temperatura ambiente. cuando la tengamos bien mezclada añadimos el chocolate fundido y seguimos mezclando con las varillas.


Cogemos los huevos y separamos la yema de la clara. Las claras las vamos poniendo en un bol grande y las yemas las añadimos a la mezcla anterior de una en una. No añadimos una nueva  yema hasta que la anterior no esté completamente ligada.


Ahora es el momento de añadir las almendras molidas con el azúcar avainillado, mezclando de nuevo con las varillas.


Cuando ya tenemos una masa homogénea, reservamos mientras montamos las claras a punto de nieve. Antes de que este consistentes se va incorporando el azúcar normal. Y seguimos montando.


Cuando las claras estén en su punto, se añaden a la masa reservada con mucho cuidado, mezclando con movimientos envolventes para que no se bajen.


Tamizamos la harina y la levadura sobre la mezcla y seguimos con movimientos envolventes, despacito y con suavidad.


Pincelamos con aceite un molde y vertemos la mezcla, dejando un rato en reposo para que se asiente bien.


Horneamos a 160ª durante 45' (dependiendo del horno) y luego dejamos enfriar sobre una rejilla.


Una vez frio el bizcocho, cortamos por la mitad ayudados de un cuchillo panadero si, como yo, no tenéis herramientas específicas para ello.

Rellenamos con la mermelada, cubriendo bien las dos mitades del bizcocho. Como he dicho al principio, aunque la receta original lleva mermelada de albaricoque, a mi siempre me ha gustado más la de melocotón, por lo que es esa la que utilicé.


Para el glaseado ponemos en un cazo la nata y la vamos calentando a fuego lento y removiendo. Antes de que rompa a hervir, añadimos el chocolate troceado y separado del fuego mezclamos bien y dejamos que se funda. si necesita algo más de calor para fundir correctamente lo ponemos un poquito más al fuego. Añadimos la mantequilla que tendremos a temperatura ambiente y mezclamos.


Ponemos la tarta sobre una rejilla y vertemos el glaseado de chocolate, cuando haya templado un poco. Dejamos que se enfríe un poco más y la decoramos. Metemos en el frigorífico y dejamos que enfríe bien. al cabo de dos horas ya tenemos nuestra tarta lista para comer.

Esta tarta aguanta varios días en perfectas condiciones.



¿Queréis probarla?


Os advierto que si la probáis tendréis que repetir


Bon Appétit
Imprime esta receta