"Un lugar donde guardar el aroma que sale de los pucheros, una buena receta, la tarjeta de aquel restaurante que nos gustó tanto, la etiqueta de una botella de vino…"

La cajita de Nieves y Elena

Gelé de cerveza tostada

Este gelé de cerveza tostada es el claro ejemplo de cuando una receta no sale como esperabas pero el resultado te gusta mas que la idea original.
Todo comenzó con una idea que me rondaba por la cabeza en mi hobby de hacer mermeladas originales y extravagantes, hacer una de cerveza
No hace mucho estuve en una tienda de cervezas de importación alucinante, el paraíso de este caldo ambar, estanterías repletas de botellines de todos los tamaños y colores coronadas con las banderas de todos los países imaginables.
Me llevé a casa 5 cervezas diferentes ya con la idea preconcebida de que una iría destinada a endulzarme la vida.


Algunos puristas del campo seguro que me matarán y se echarán las manos a la cabeza al saber que la cerveza que utilicé fue la a St. Bernardus Abt. 12, una de las consideradas mejores cervezas del mundo:
Cerveza belga de abadía de alta fermentación, color marron oscuro de aromas frutales y florales, con notas de especias, caramelo, café y chocolate, en paladar es esencialmente dulce, predominando el sabor a malta tostada, levadura, y caramelo, con notas de frutos rojos, y café...
... que hacen de ella una de las cervezas perfectas para repostería.

Al llegar a este punto de mi relato os preguntaréis ¿y porqué si tu idea era hacer mermelada te salió un gelé? también seguro que ya habéis encontrado la respuesta, me pasé con la gelatina, pero os explico porqué: 
Me asomé a la nevera a las 2 horas de tener los botes reposando para ver como iba y vi que seguía líquido, como no tengo paciencia y soy culo inquieto en lugar de esperar mas de 4 horas que es lo recomendado le añadí 4 hojas de gelatina mas, no 2 ni 3 sino 4 y voilá... el resultado un gelé exquisito que nos encantó pues lo usé para acompañar quesos, patés... incluso como ingrediente de contraste dulce en ensalada.

Así que ya sabéis, para mermelada 2 hojas de gelatina, para gelé 6 ;-)

Ingredientes:
- 330 ml. de cerveza tostada
- 200 gr. de azúcar
- Piel de medio limón (sin lo blanco)
- 1/2 rama de canela
- 3 clavos
- 1 cucharadita de anís en grano
- 1 cucharadita de cardamomo en polvo
- 2 gr. de gelatina o agar-agar (para mermelada)





Preparación:

Si nuestra preparación lleva hojas de gelatina y queremos esterilizar botes para luego guardarlos largo tiempo en la despensa lo primero que haremos será poner a hidratar la gelatina en agua fría y poner a hervir los tarros con sus tapas.

Mientras esto se va haciendo preparamos la infusión de cerveza con las especias:

En una cazuela ponemos la cerveza junto con las especias, la canela y la piel de limón hasta hervir.
Dejamos cocer 3 minutos a fuego suave para que se evapore el alcohol.
Apagamos el fuego y reservamos tapada 5 minutos para que infusione y coja todos los sabores y aromas de las especias.


Colamos y volvemos a verter en la cazuela la cerveza.
Añadimos el azúcar y ponemos a cocer de nuevo ahora sin tapar y removiendo hasta que se disuelva todo el azúcar y coja textura de jarabe.


Añadimos la gelatina y disolvemos.


Rellenamos los tarros en caliente, tapamos, ponemos boca abajo, así deben estar al menos 15 minutos para provocar el vacío.
Cuando estén completamente fríos metemos en la nevera y esperamos hasta el día siguiente para consumir.


Ya os digo que con un buen queso está de miedo.




Inspirada en "Vegetal y tal"

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