"Un lugar donde guardar el aroma que sale de los pucheros, una buena receta, la tarjeta de aquel restaurante que nos gustó tanto, la etiqueta de una botella de vino…"

La cajita de Nieves y Elena

Trufas de chocolate y nueces


Las trufas de chocolate forman parte de mi niñez y adolescencia.  La culpa la tenían las estupendas trufas que preparaban en la famosa pastelería Mallorquina de la Puerta del Sol. Allí compraba mi padre un paquetito a la salida del trabajo que llevaba a casa esperando ver la cara de ilusión que poníamos. También por allí nos quedabamos embelesadas mi hermana Carmen y yo cuando ibamos al centro y después de varias miradas acababamos sucumbiendo y salíamos cada una con una trufa en la mano. Mi madre enseguida tomó nota y empezó a prepararlas como caprichito  para después del bocata o la sopresita que nos llevaba a la mesa después de la comida de los domingos. A todos nos encantaban. Recuerdo que ya en plena adolescencia, cada vez que le decíamos a mi madre que estabamos gordas y nos ibamos a poner a dieta, mi madre asentía y nos preparaba un plato de acelgas a medio día y por la tarde ya veíamos la bandeja de trufas en la nevera. Decía que no eran para nosotras (las dos mayores) si no para las pequeñas. Pero claro, la trufa caía y la dieta quedaba en el olvido. Fue la mejor terapia que hizo mi madre para que no cometiesemos tonterías.

Aquí las traemos con unas nueces picadas para darle el toque crujiente.

Ingredientes:
  • 200 gr. de chocolate de postres
  • 200 ml. de nata con 35% de materia grasa
  • 40 gr. de mantequilla 
  • 50 gr. de nueces
  • Cacao en polvo puro
Elaboración:

1. - Ponemos en un cazo la nata y la calentamos. Cuando empiece a burbujear pero antes de que hierva, incorporamos el chocolate troceado. Bajamos el fuego y vamos removiendo hasta que el chocolate haya fundido.

2. - Cuando el chocolate esté completamente integrado, retiramos del fuego y añadimos la mantequilla, movemos de nuevo. Vertemos el chocolate en un bol e incorporamos las nueces troceadas. Mezclamos bien, tapamos y dejamos que se enfríe antes de meter en el frigorífico. Allí dejamos la mezcla durante dos o tres horas.

3. - Pasado ese tiempo sacamos del frigorífico y vamos haciendo bolitas que pasamos por cacao en polvo. Colocamos en una bandeja y volvemos a meter en el frigorífico hasta la hora que vayamos a consumir.

¡Están deliciosas!




Bon appétit
Imprime esta receta