"Un lugar donde guardar el aroma que sale de los pucheros, una buena receta, la tarjeta de aquel restaurante que nos gustó tanto, la etiqueta de una botella de vino…"

La cajita de Nieves y Elena

Tiramisú de oreo

¿Quién no conoce el tiramisú?
Todo un clásico que hasta hoy, solo Elena había metido en La cajita sus creaciones, el clásico y el de limón, dos opciones deliciosas a cada cual mas rico.

Tonta de mi pensaba que era muy difícil hacer un buen tiramisú, que llevaba mucha preparación y nunca me había animado a hacerlo, con lo que me gusta, si es bueno, el tiramisú, es de mis postres favoritos, pues bien, me lancé con esta otra versión de galletas Oreo y os tengo que confesar que para ser el primero me quedó de lujo y me lo han pedido en mas de un cumpleaños.

Es un postre que gusta tanto en verano como en invierno y que si sobra, que no suele pasar, podemos congelar y consumir en cualquier momento que nos apetezca.

Ingredientes:

- 24 bizcochitos italianos
- 36 galletas oreo
- 4 huevos L
- 750 gr. de mascarpone
- 150 gr. de azúcar
- 70 ml. de ron (opcional)
- 2 cafés descafeinados largos (tipo americano)



Preparación:

En una fuente amplia ponemos en remojo los bizcochitos con el café. Reservamos.


Desmontamos las oreo separando el relleno de la galleta.
Con una picadora o robot de cocina pulverizamos la galleta.
Reservamos el relleno y el polvo de oreo.


Separamos las claras de las yemas.
Montamos a punto de nieve las claras con la mitad del azúcar.
Montamos hasta blanquear las yemas con el resto del azúcar.
Mezclamos ambas cosas con movimientos envolventes suavemente.


Mezclamos el queso con el ron.
Vamos añadiendo el queso a la mezcla anterior poco a poco homogeneizando de cada vez.
Añadimos el relleno de las galletas y mezclamos completamente.


Montamos la tarta:
Colocamos una base de bizcochos y tapamos con la mitad de la crema de queso.


Colocamos otra capa de bizcochos y encima repartimos la mitad del polvo de galletas hasta cubrir.


Extendemos el resto de la crema de queso con cuidado de no mezclarlo con el polvo de galleta.


Con ayuda de un colador o tamizador espolvoreamos por encima el resto del polvo de galleta.
Iremos desechando los trozos gruesos según vayamos rellenando.


Dejamos reposar en la nevera 24 h.






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