Geleé de Mojito con sorbete de café
Cuando era pequeña, me gustaba ir a visitar a una prima de mi madre porqué tenía un patio con una higuera y múltiples macetas con hierbas aromáticas y a mí me encantaba coger unas hojitas de hierbabuena y frotárlas entre mis manos. Las plantas aromáticas se pueden tener en cualquier maceta, pero en mi piso de orientación norte no crece ni una. Es por eso por lo que practicamente todas las especias que utilizo son secas. Hablando del tema con Nieves, me comentó que cuando ella vivía en el campo disponía de todo tipo de hierbas aromáticas y yo suspiré por tener hierbabuena fresca en casa.
-¿Harías gelée de hierbabuena? me dijo, y yo le respondí:
-No, me prepararía un Mojito, je, je
-¿En gelée?
-Pués no es mala idea-le dije- lo mismo pruebo.
En ese momento ya sabía que iba a probar, asi que al llegar a casa me puse a ello.
En ese momento ya sabía que iba a probar, asi que al llegar a casa me puse a ello.
Pensé que sólo tenía que modificar los ingredientes de la gelée de vino blanco. Así utilicé una taza y cuarto de jugo de lima, 3/4 de taza de ron añejo, 3/4 de azúcar moreno, dos ramitas de hierbabuena y gelatina neutra (sigo sin encontrar pectina, así que si alguien sabe donde conseguirla puede mandarme un correo, está en nuestro perfil).
Lo primero que hice fue poner el azúcar moreno en una cacerola junto con la hierbabuena y machacándola para extraer todo su jugo con la mano del almirez, a continuación regué la mezcla con el ron y la lima y la puse a hervir removiendo continuamente.
Mientras tanto preparé gelatina con las proporciones de agua que indicaban en el envase. Cuando el brebaje había absorbido completamente el azúcar, le añadí la gelatina, removí y dejé que se enfriase al menos durante 4 horas, aunque en mi caso tendría que esperar al día siguiente.
Cuando llegué por la tarde vi que mi gelée de Mojito estaba perfectamente cuajada y aunque se me había ocurrido múltiples combinaciones, decidí que iría de acompañamiento de un sorbete de café.
La gelée se desmoronó toda |
¿Cuál será el problema? ¿no será que tú batidora no tiene nada que ver con la de tu hermana? me increpó mi marido. Efectivamente, yo no dispongo de la famosa Thermomix, y aunque mi batidora se anuncia como picadora de hielo... le cuesta. Pero si algo tenéis que aprender de nosotras es que no nos rendimos, así que tardé algo más de lo esperado, pero conseguí mi sorbete. Ahora sólo me quedaba desmoldar el gelée de Mojito y servir.
El sorbete terminado |
¡Ummmm! Bon Appétit