"Un lugar donde guardar el aroma que sale de los pucheros, una buena receta, la tarjeta de aquel restaurante que nos gustó tanto, la etiqueta de una botella de vino…"

La cajita de Nieves y Elena

Mermelada de zanahoria


Como ya comenté cuando hice la mermelada de cebolla, volver a los productos naturales está de moda. ¿Habéis pensado que un tarro de mermelada casera y natural, puede ser un buen detalle si se va de visita a casa alguien?. Pués yo sí.



Esta vez mi intención era probar con una mermelada de zanahorias. Ahora se elaboran mermeladas con todo tipo de vegetales, aunque la de tomate es la que está mas comercializada (yo la descubrí estas Navidades), pero al ser la zanahoria un producto menos jugoso, pensé que el reto podría ser más interesante y ya sabéis que Nieves y yo aceptamos retos.



Lo primero que hice fue buscar recetas, y para mi asombro la mayoría que encontré eran un calco una de otra, así que  yo cogí los ingredientes básicos, modifiqué las cantidades a mi gusto (no soy golosa) y me dispuse a preparar la mermelada.

He utilizado 1 1/2 kg de zanahorias, 600 gr. de azúcar, 2 naranjas y un limón.

Las zanahorias una vez peladas y muy bien lavadas hay que rallarlas, pero a mí me gustan demasiado las zanahorias crudas así que una no llegó al rallador (descontarla del 1 1/2 kilo) . Cuando ya tenía todas las zanahorias ralladas, en una cacerola fui poniendo una capa de zanahorias y a continuación otra capa de azúcar, se ralla la piel de una de las naranjas y de medio límón y nueva capa de zanahorias, azúcar y ralladura, para terminar con zanahorias. Se hace un zumo con las narajas y el limón y se rocía por encima, se tapa y se mete en el frigorifico durante 12 horas para que las zanahorias vayan soltando su jugo.


Cuando ya esté bien macerado todo, se pone al fuego en el mismo recipiente y se añade un chorrito de agua. A partir de ahí nos toca hacer brazo, pues hay que remover continuamente hasta que espese y vaya perdiendo el líquido (1 hora aporx.), luego se deja enfriar y se rellenan los tarros (previamente esterilizados) que cerramos bien y ponemos al baño María durante 20 minutos, para que se conserve durante mucho tiempo.

Y ¡ya tenemos mermelada!

Esta mermelada podemos tomarla sobre una tostada con mantequilla en el desayuno, también es ideal para rellenar un bizcocho, pero ¿no os apetecería una tosta con una cama de mermelada de zanahoria, cubierta con queso de cabra y unas virutas de foie?

Probadlo y ya me diréis.

Bon Appétit

Truqui: Mi amiga Angélica me enseñó que si congelas el foie luego puedes rallarlo cuando lo necesites para adornar tostas, y está listo para consumir al momento, porqué con el rozamiento del rallador se descongela

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