Tarta fondant Real Madrid
Por el decimoséptimo cumpleaños de mi hermano pequeño Manuel, como en todas estas celebraciones desde que existe este blog, iba a hacer una tarta fondant.
Lo tenía claro, lo había decidido con anterioridad, tenía todo pensado, colores, técnicas, incluso ya había hecho bocetos del escudo para ver tamaños, sería una tarta fondant Real Madrid.
Lo tenía claro, lo había decidido con anterioridad, tenía todo pensado, colores, técnicas, incluso ya había hecho bocetos del escudo para ver tamaños, sería una tarta fondant Real Madrid.
Si habéis seguido nuestras entradas sabréis que no soy amiga de preparar yo misma el bizcocho y de hecho creo que no había preparado ninguno, siempre han sido bases de tartas compradas en el super pero esta vez debía de ser diferente, además desde que tengo mis moldes ways tengo que aventurarme a hacerlos yo.
Tenía varias ideas, de yogur, de frutas... pero cuando Elena me dijo que el suyo del cumple de Sofi tenía sabor a "Tigretón" esa fué la frase perfecta, uumm tigretón que maravilla, bizcocho de chocolate relleno de chocolate y mermelada de arándanos. De todos modos, como sé lo que ocurre en mi cocina, me guardé un as en la manga por si las moscas, compré en el súper preparado para tarta de chocolate, ya os adelanto que no la he tenido que utilizar.
Tenía todo pensado así que llegó el día y me puse manos a la obra:
A primera hora del sábado me puse a preparar el bizcocho para lo que necesitaba: cobertura de chocolate, mantequilla, harina, azúcar, 4 huevos y 1 sobre de levadura y para el relleno una tableta de chocolate a la taza (otro truqui de Elena) y un bote de mermelada de arándanos.
Ni corta ni perezosa, todo lo contrario, con muchas ganas de enfrentarme a este bizcocho comencé deshaciendo el chocolate junto con la mantequilla en un bol, al microondas. Separé las yemas de las claras y batí, con la batidora las yemas con el azúcar, lo añadí al chocolate fundido.
Tamicé la harina y la levadura tres veces, leí que esto se hacía aparte de para evitar los grumos y afinar, para que coja aire y luego el resultado sea mas esponjoso, ¿sabíais eso? pues apuntando en los trucos.
Mezclé bien todo, con movimientos rápidos pero suaves.
El siguiente reto era montar las clara a punto de nieve, otra materia pendiente que intento evitar por todos los medios ya que no tengo herramienta adecuada para hacerlo, simplemente tengo una varilla manual, que hará de mi brazo derecho una musculatura y unas agujetas de órdago. Cual fue mi sorpresa cuando después de, solamente, tres minutos de agitar, pero eso sí con toda mi energía, empezó a montar, mi ilusión crecía por momentos y eso me animaba mas a seguir agitando, el resultado fue espectacular, de verdad, todavía no me lo creo, tenía unas claras en las que se podía esquiar, jeje.
Mezclé todo muy bien, removiendo pausadamente para dejar una masa perfecta, lo vertí en un molde redondo, previamente engrasado y horneé.
Llegada la tarde me aventuré con ayuda de un cuchillo a ir separando el bizcocho de los bordes, comprobé que se me había pegado al fondo, pero me dije: -Esta vez la ganadora seré yo, no me vencerás- y armándome de paciencia poco a poco, con las manos y con ayuda de una espátula fina fui separándolo del fondo ... Había ganado!!! el bizcocho estaba entero sobre la bandeja.
Sólo quedaba rellenarlo, para lo cual lo rebané con ayuda un cuchillo y unté con el chocolate fundido y la mermelada de arándanos, tapé y listo. ¡ HABÍA CONSEGUIDO HACER UN BIZCOCHO!
Ahora faltaba catarlo, pero eso lo contaré mas tarde.
Adorné con el fondant, no sin pocos problemas, ya que el dibujo es muy delicado y laborioso y rematé mi tarta felicitando, con un rotulador de chocolate, al homenajeado.
La presentación podía haber sido mucho mejor, en eso soy mas exigente, pero con respecto al sabor estoy muy contenta, estaba muy rico, esponjoso y jugoso, sólo teneis que escuchar mi audio de esta aventura para comprobarlo.