"Un lugar donde guardar el aroma que sale de los pucheros, una buena receta, la tarjeta de aquel restaurante que nos gustó tanto, la etiqueta de una botella de vino…"

La cajita de Nieves y Elena

Crumble de nectarinas ciruelas y azahar


Whole Kitchen en su Propuesta Dulce para el mes de septiembre nos invita a preparar un postre clásico británico: crumble


El crumble es un pastel clásico inglés hecho con frutas, se elabora con diversas frutas, y se cubre con una mezcla de harina, manteca y azúcar. Todo ello se introduce al horno y se sirve y degusta caliente. Por este motivo es frecuente acompañarlo con natillas, helado o alguna compota.

Parece que el crumble surgió en la I Guerra Mundial debido al racionamiento que sufrían la población en esta época, esto hizo que se idearan el modo de obtener de una vez la energía necesaria, a pesar de este origen práctico, hoy en día es un plato muy valorado



Como sabéis, Nieves y yo nos repartimos las propuestas del círculo y este mes a mí que estoy a dieta me ha tocado la dulce, je, je. 
Como ya me ha pasado otras veces, nunca había oido hablar de este postre, y si lo había hecho no lo recordaba, pero me he encontrado con otra receta sencilla y que a los que lo probaron les ha parecido delicioso. Yo cómo estoy con la dieta no pude probarlo, pero olía tan bien la cocina y gustó tanto en casa que se va a quedar entre los postres favoritos. Las cantidades que yo he utilizado para la elaboración del crumble, son para cuatro personas y he necesitado lo siguiente:

Ingredientes:

100 gr. de harina, 40 gr. de mantequilla, 30 gr. de azúcar, 2 ciruelas rojas, 2 nectarinas, 50 gr. de almendras y avellanas picadas, canela, 2 C/S de azúcar moreno, un chorrito de agua, aroma de azahar


Se pelan las ciruelas y las nectarinas y se cortan en trozos grandes

En un cazo ponemos la fruta troceada con el azúcar moreno y un chorrito de agua y dejamos que se caramelice durante 10' aproximadamente.


2 ó 3 minutos antes de retirar del fuego, añadimos canela y un chorrito de aroma de azahar y cuando esté listo reservamos.

Mientras tanto, en un bol vamos a preparar la cobertura. Para ello tenemos que echar el harina, el azúcar y la mantequilla cortada en cubos. Y..... divertidísimo, meter las manos y mezclar hasta que tengamos el bol lleno de una especie de migas.


Engrasamos un recipiente para horno y vertemos en él la mezcla de frutas, repartíendola bien por el fondo.


Luego añadimos las "migas" cubriendo bien todo el recipiente y por último rociamos con los frutos secos picados.


Metemos al horno a 180º hasta que veamos que la cobertura está bien hecha.


Ya sólo tenemos que servir.


En esta ocasión no lo he acompañado de helado por que en la familia tenemos boda en noviembre y todos quieren entrar en los trajes, sobre todo el novio y la novia.



¿Os animáis?


Bon Appétit

Truqui: Si mezclamos una taza de leche con dos huevos y lo rociamos por encima antes de meter en el horno tenemos otra variante. Me lo dijo una amiga y la próxima vez lo probaré así

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