"Un lugar donde guardar el aroma que sale de los pucheros, una buena receta, la tarjeta de aquel restaurante que nos gustó tanto, la etiqueta de una botella de vino…"

La cajita de Nieves y Elena

Tarta fondant avión para Diego




¿A que esta tarta fondant avión es simpática?
Pues no es ni la mitad de simpático que el niño al que va dedicada.
Diego acaba de cumplir un añito, es el primer hijo del hermano de mi marido y su mujer Izaskun, de la que ya os he hablado en alguna ocasión, un niño muy deseado y querido... sus padres lo adoran y el resto de la familia también.

Tenía claro que iba a prepararle una tarta espectacular, simpática y con un interior exquisito, con mis mejores bizcochos y rellenos y cuando mi marido me dijo: -este fin de semana celebramos el cumpleaños de Diego!- me puse manos a la obra...
Sabía también que tenía que ser un avión... su padre, al igual que sus tíos, incluido mi marido, son aficionados al aeromodelismo, y como no podía ser menos la habitación de Diego está decorada con aviones además de tener juguetes y peluches  de aviones de todos los tamaños y colores ...


Preparé dos bizcochos uno para la base de chocolate, que sería en forma rectangular y otro redondo de coco para el avión.


El bizcocho de la base lo rellené de crema de chocolate y avellanas y de mermelada de fresa, con fresas enteras... uuummmm, mi preferido, y creo que es una apuesta segura y gusta a todos.


La base sería el cielo por el que volaría el avión...


Hasta aquí no hubo mucha complicación... 
Comenzó con la preparación del avión...

Con ayuda de una plantilla de avión que yo misma, como buenamente pude, dibujé, recorté el bizcocho de coco, reservando los trozos sobrantes que utilizaría mas tarde.


Los coloqué de forma adecuada para darle el volumen necesario al fuselaje, poniendo al revés los trozos, aprovechando la forma redondeada de la parte inferior del bizcocho, de esta manera...


Cubrí de color verde recortando cuidadosamente el sobrante y monté sobre el cielo... 


Ventanilla por aquí..., hélices por allá, ojos, boca sonriente...


Y este fue el resultado:


Una vez en la fiesta lo primero fue colocar la vela del 1er cumpleaños, no os lo vais a creer, una vela con música... si, si, la enciendes y comienza el "Cumpleaños feliz" y cuando la soplas y se apaga, se apaga también la música, todo un invento que gustó tanto que la soplamos cienes de veces.


Después de miles de fotos, nadie se atrevía a cortarla, tuve que hacer yo misma los honores y fue desapareciendo sin prisa pero sin pausa...



¡¡Yo me comí este trozo!!


Ahhh, se me olvidaba... y de menú a parte de unos entrantes de marisco, mi cuñada Mª Carmen, la mejor cocinera de paellas del mundo nos preparó esta:


¿A que tiene buena pinta? Pues no os imagináis como estaba de buena...


¡¡Muchisimas felicidades Diego, que sigas tan bueno y wapo como hasta ahora...!
¡¡Besos super gordos!!

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