"Un lugar donde guardar el aroma que sale de los pucheros, una buena receta, la tarjeta de aquel restaurante que nos gustó tanto, la etiqueta de una botella de vino…"

La cajita de Nieves y Elena

Mi tarta fondant


No soy repostera. Desde jovencita me ha gustado meterme entre cacerolas y experimentar distintos platos, pero cada vez que he metido “las manos en la masa” con la idea de hacer una tarta o un pastel el resultado ha sido bastante mediocre. Desde que Nieves hizo la primera tarta para el blog no para de insistirme para que realice yo también una y llevo casi un mes dándole largas, pero como me comprometí a practicar, aprender y aceptar retos culinarios, el otro día por fin me decidí a comprar los ingredientes.

 

El fondant de nubes, según distintos foros,  es el más fácil de realizar, así que compré mi paquetito de nubes, mi azúcar glas y mis colorantes y el sábado por la mañana decidí poner manos a la obra. Lo primero que hay que hacer es separar los dos colores (rosa y blanco) de las nubes. Pues noooooo, mis nubes tenían 4 COLORES y para rizar el rizo los colores estaban mezclados de distintas formas, así que me tocó separar el blanco, el amarillo y ya el salmón y el rosa los dejé juntos. Una vez separados empecé a preparar el fondant, calentando las nubes con un poco de agua en el microondas y añadiendo el doble de azúcar glas, pero no fue hasta el tercer color, cuando me acordé que tenía que engrasarme las manos para amasar. Nervios, sudores, juramentos en arameo, guardé mis tres bolas de fondant en el frigorífico y dejé todo para el domingo.




Más tranquila esta mañana he preparado un bizcocho básico  al que le he añadido ralladura de zanahoria, he sacado el fondant color salmón, lo he amasado, estirado y dado forma y he forrado mi bizcocho, luego he teñido el sobrante y he cortado formitas para decorar la tarta. Y... ¡hoy si me he divertido! ¡Ya tengo mi tarta!

Bon Appétit
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