"Un lugar donde guardar el aroma que sale de los pucheros, una buena receta, la tarjeta de aquel restaurante que nos gustó tanto, la etiqueta de una botella de vino…"

La cajita de Nieves y Elena

Sorbete de sandía


Esta receta de sorbete de sandía es la versión veraniega del sorbete de limón que se pone entre primer y segundo plato en las comidas copiosas, bodas, cenas de empresa...

Tuve mucho éxito estas Navidades con mi toque personal, estamos habituados a ver el típico sorbete de limón, pues bien yo lo preparé en la versión de invierno, de "naranja o mandarina" y en lugar de endulzado con azúcar, le puse edulcorante líquido, que a parte de mezclarse mejor, no se queda en el fondo como el azúcar, evitamos alguna caloría de más, que ya tenemos bastantes a lo largo de la comida.


Y de la manera mas tonta se puso de moda para todos mis conocidos, mis cuñadas, mi suegra, mis amigas y compañeras/os de trabajo... hasta lo preparé en el desayuno que organizamos en el trabajo, donde cada uno lleva sus mejores recetas y especialidades en la cocina, voló ... fresquito y ligero entraba como el agua, de aquí también su peligro, cuidado ¡se sube a la cabeza! Y este de sandía mas todavía.

Los ingredientes son bien sencillos:
- Una sandía
- Una botella de cava brut nature
- Edulcorante líquido








¿Y la preparación?
Igual de sencilla, atentos:


Cortamos la sandía en trozos pequeños, sin cáscara claro y quitamos los pipos.
Hoy en día tenemos sandías que ya vienen sin ellos y además son mas dulces, os recomiendo que compréis esas así os ahorrareis este paso, la única pega es que son de carne mas blanquecina y el sorbete nos saldrá mas clarete.


Tapamos el bol con papel de film y lo metemos a congelar toda la noche.
El cava a la nevera, debe estar muy frío para consumirlo.


Al día siguiente la sandía ya estará congelada.
Este sorbete lo debemos tener previsto el día anterior para su perfecta congelación y resultado granizado.


Con ayuda de una batidora iremos mezclando el cava con el edulcorante e iremos añadiendo la sandía (sin descongelar previamente) y batiendo. 
Rectificaremos de edulcorante según gustos.


Iremos añadiendo mas cava, edulcorante y sandía hasta alcanzar la cantidad que necesitemos.
Prepararemos este postre en el momento de su consumo, ya que la gracia es la textura "granizada" que nos resultará al batir la sandía congelada. Es el toque fundamental de esta receta, sin necesidad de hielo que lo único que provoca es "aguar" el resultado.
Yo os recomiendo hacer bastante, ya que os aseguro que repetiréis y os quedaréis con ganas de más.


Presentaremos en una copa de sorbete con un trocito de sandía colocado en el borde y una pajita de color verde, como simulando su cáscara, para destacar.


A los niños también les chiflará, simplemente no le echaremos cava y listo.
Lo convertiremos en un refrescante sorbete sin alcohol.


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