"Un lugar donde guardar el aroma que sale de los pucheros, una buena receta, la tarjeta de aquel restaurante que nos gustó tanto, la etiqueta de una botella de vino…"

La cajita de Nieves y Elena

Tarta de dos chocolates, arándanos y .....¡Horror! ¿cómo arreglo esto?

Como ya hice cuando preparé la tarta fondant de Kitty para el cumpleaños de mi nieta Sofía, para el cumpleaños de mi madre tenía una tarta de repuesto por si me fallaba el fondant, pero al final lo que me falló fue esta tarta. ¿Y porqué la pones, os preguntaréis?. Básicamente la pongo porque ese fue el acuerdo que hicimos Nieves y yo cuando nos metimos en la aventura de este blog, publicar absolutamente todo lo que pasase en nuestras respectivas cocinas, lo bueno y lo malo. Pero además hay otra razón que me impulsa a narrar los fallos, y es que yo pienso que de todo se aprende.


Preparé un bizcocho básico, al que añadí 3 cucharadas soperas de chocolate en polvo, y 50 gramos de arándanos deshidratados, horneé 30’ a 180º y hasta ahí todo bien. Con el bizcocho frio (para que no me pasase como en otras ocasiones que se me ha roto), corté por la mitad y rellené con una mezcla que ya había utilizado, mermelada de arándanos y fondant de chocolate. Y por último hice algo que llevaba tiempo pensando y que NO VOLVERÉ A HACER, por lo menos de esta manera.


Preparé la tarta con tiras de papel de aluminio en la base, para que no estropear la bandeja montada para la presentación de la tarta y empecé la decoración. Había comprado unas tabletas de un chocolate blanco en una tienda donde venden productos de importación, y aunque en ningún sitio ponía que eso fuese cobertura, por la presencia me lo parecía, así que me preparé para fundirlo y cubrir con ello mi tarta. Hace tiempo había leído en algún sitio que para hacer fondant de chocolate blanco había que derretirlo al baño María junto con nata líquida, pero con desconfianza opté por hacerlo exactamente igual que el fondant de chocolate negro, es decir al baño María sin nada más. Al principio parecía que fundía bien, pero pronto empezó a hacer unos grumos gruesos, y acabé añadiendo un poco de nata y cuando lo tuve me dispuse a forrar la tarta, pero entonces veía que era demasiado líquido y además no daba para toda la superficie, así que ataqué con la siguiente tableta pensando que esta vez no echaría la nata en ningún momento. Así que, en cuanto vi que fundía me dispuse a cubrir el resto de tarta. Aquello, en vez de chocolate, parecía queso parmesano y además iba solidificando enseguida, por lo que la marcha atrás era complicada. Lo intenté de mil maneras, pero al final, después de intentar extender para igualar durante bastante rato, me di por vencida y lo dejé. Al día siguiente, cuando fui a cubrir la tarta principal, la de fondant de San Isidro, vi que la parte de arriba había solidificado pero se había quedado un poco transparente (era la que llevaba el chocolate con la nata), pero por lo menos estaba liso, el resto parecía la tierra volcánica del Cabo de Gata.


Conclusión, no hay que utilizar el primer ingrediente que tengamos, pues nos podemos cargar una receta, y si alguien con más experiencia que tú, te dice que uses un poco de nata, ¡hazle caso!.

De todas formas, ya sabéis que Nieves y yo no tiramos nada, así que cogí un poco de fondant, recorté unas figuras y decoré con ellas la tarta para tapar en la medida de lo posible el desaguisado. El resultado fue simplón, y no quedó como yo había imaginado, pero por lo menos llevaba los años exactos que cumplía mi madre.

Así que ya sabéis "Cometiendo errores es la única manera de llegar a algo en la vida por uno mismo, sólo debes reconocerlos y memorizarlos”

Bon Appétit

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