"Un lugar donde guardar el aroma que sale de los pucheros, una buena receta, la tarjeta de aquel restaurante que nos gustó tanto, la etiqueta de una botella de vino…"

La cajita de Nieves y Elena

Crema fría de espárragos y calabaza con crujiente de cecina


Cuando voy a casa de mi madre siempre tengo que luchar para encontrar una plaza de aparcamiento. Normalmente a la primera nunca lo consigo, por lo que antes de llegar ya me voy encomendado a San Aparcato. Este santo es lo mismo que Cucufato, pero en vez de encontrar cosas perdidas, pues le pides un huequito para el coche. Pero hete aquí que el otro día llego y según termino de atarle los susodichos al santo me encuentro con una plaza de las que nos gustan a todos, anchita, muy anchita y en batería. ¡Mía! grité como posesa y ahí dejé mi pobre coche. Y es que los del barrio debían saber que encima de esa plaza de aparcamiento estaba la rama de árbol con más pájaros de todo Madrid, y todos con la hora All Bran. 

Cuando salí, el coche ni se veía con toda la decoración que tenía por encima. Yo creo que hasta algún buitre leonado de los que salían en el programa de Félix Rodríguez de la Fuente, estaba en la rama. Evidentemente de allí a la gasolinera a lavar el coche.


Siempre, lavo el coche con las mangas a presión. No soporto meterme en un túnel de lavado, encerrada dentro de un coche y sin ver nada por la espuma que todo lo cubre. Soy un poco claustrofóbica. Pero evidentemente, para esta ocasión necesitaba un buen cepillado con los rodillos, así que me lié la manta a la cabeza y enfilé hacia el infierno. ¡Y nunca mejor dicho! Alegremente me posicioné en la entrada, me leí las instrucciones, en las que decían que no parase el motor, que encarrilase la rueda izquierda en el carril, que avanzase el coche hasta el semáforo, que esperase la luz verde... Y yo no paré el motor,encarrilé la rueda izquierda en el carril y avancé hacia el semáforo, pero este no se ponía verde. Después de un par de minutos, temiendo que la barrera cayese sobre mi cabeza, retrocedí para avanzar de nuevo para que el semáforo me reconociese. No hubo nada que hacer, así que avancé por mi cuenta y las primera gotas de agua empezaron a caer y se pararon de nuevo. Miré por el retrovisor y de repente vi la hilera de coches esperando y al empleado de la gasolinera viniendo apresuradamente. Bajé la ventanilla y le expliqué que era el semáforo el que no funcionaba, pero él me dijo que yo, al retroceder me había montado en el carril y que ahora lo que tenía era que tirar para adelante. No se preocupe, que yo le abro los rodillos para que pase tranquilamente, luego de la vuelta y vuelva a entrar en el túnel. Le miré desconfiada y asentí con la cabeza. El buen hombre dio a un botón y una lluvia de agua me entró por la ventanilla dejándome empapada. Unas disculpas y por fin los rodillos se abrieron para que yo diese mi vuelta al ruedo con un montón de señores dentro de sus coches con una sonrisa infernal.

Si me veis en algún vídeo de youtube, os prometo que no soy yo.

Y después de mi odisea me fui a preparar la cena, esta crema para la que utilicé los tallos de unos magníficos espárragos que me había traído mi hija del huerto que han hecho en el pueblo de su suegra. Los espárragos los comimos a la plancha, pero eran tan buenos que quitando sólo lo blanco a los tallos que corté me dieron para esta cremita.





Ingredientes:

300 gr. de espárragos o tallos
3 puerros grandes
1/2 litro de caldo de pollo
300 gr. de crema de queso batido
300 gr. de calabaza asada
30 gr. de aceite
sal
2 lonchas de cecina o jamón



Preparación:

Como he dicho antes, utilicé los tronquitos de los espárragos para preparar la crema, aunque normalmente uso los espárragos enteros, pero los finitos que nos venden a final de temporada. Si usamos espárragos enteros, reservamos unas puntas para decorar al final el plato, sino pues nada, el que quiera que ponga perejil como Arguiñano.

Podemos hacer la crema en olla tradicional o Thermomix, en ambos casos ponemos el aceite a calentar, en la Thermomix 3' temperatura varoma. Con el aceite caliente añadimos los tronquitos de espárragos. ¡Ojo!, si son los espárragos enteros y finos no, sólo si estamos usando los tronquitos, porque necesitan más tiempo de cocción. Primero los trituramos 30'' velocidad 4 y luego ponemos 3' velocidad 2 temperatura varoma. En olla normal los cortamos lo máximo posible, y dejamos que se vayan haciendo entre 3 y 5 minutos, dependiendo de nuestros fuegos. 


Cortamos los puerros en rodajas gruesas, y los incorporamos, poniendo otros 3' temperatura varoma velocidad 2. O los añadimos a la olla tradicional.


Añadimos el caldo, tanto a la Thermomix como a la olla. Si usamos espárragos trigueros finos, los ponemos un minuto antes de incorporar el caldo. Dejamos a fuego lento, moviendo de vez en cuando 25-30 minutos. en la Thermomix ponemos velocidad 2, temperatura varoma durante 25'.


Dejamos que baje la temperatura, y trituramos bien, con el robot que tengamos, en la Thermomix a velocidad 4 40-50 segundos y añadimos 200 gr. de crema de queso fresco y mezclamos 1' a velocidad 2.


Tenemos ya una de las cremas y la reservamos. La crema de calabaza, al ser calabaza asada, yo sólo le añado 100 gr. de la crema de queso fresco. Normalmente cuando aso calabaza, suelo asar bastante de una vez, y luego guardo raciones de 300 gr. aproximadamente para hacer cremas y bizcochos. Mezclándola bien con un procesador o con la Thermomix. si usáis la batidora de brazo tendréis que invertir algo más de tiempo, pero si es una de vaso grande, el tiempo es similar al de la Thermomix.


El crujiente de cecina lo podemos hacer también con jamón. Ponemos una loncha entre dos trozos de papel de horno y lo metemos en el microondas. Yo pongo 1' 1/2 y miro que no esté blando, si tiene todavía partes blandas lo pongo 30'' más y así hasta que esté. Luego con ayuda de una mano de almirez, o un rodillo, golpeamos la cecina o el jamón para que se queden trozos crujientes.


Servimos poniendo primero la crema de espárragos y luego ponemos por encima medio plato de la crema de calabaza. Esta, al ser calabaza asada y no llevar caldo, queda un puré mas denso, por lo que podemos ponerla sin problemas. Añadimos la cecina crujiente  y listo. 


Ahora la comemos fría, y en invierno, la podemos hacer con espárragos  congelados y comerla calentita.


Bon appétit
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