Pastel sueco de manzana y almendra
Hace muy poquito tiempo que dejé este comentario en el blog de Silvia "Y sigo en la cocina":
"Delicioso, cualquier postre que contenga manzanas me chifla, al contrario que a mi hija, pero eso solo si las ve y como en este están camufladas seguro que cuela, me la apunto."
Pues de colar nada, imposible, lo de mi hija con las manzanas no tiene remedio, las detecta a distancia, incluso mientras se estaba horneando me preguntó: - ¿El pastel que estás haciendo no llevará manzana?, - la engañé claro, - "noooo, claro que no, si ya se que no te gustan" ... pues nada fue ponerle el primer trozo en el plato, lo olió y me dijo: Mama, yo esto no me lo como :-(
Pues tu te lo pierdes, pensé, porque está divino y ya veis que no he dejado pasar casi tiempo para hacerlo en cuanto he tenido oportunidad.
Ingredientes:
- 100 gr. de harina
- 100 gr. de almendra molida
- 130 gr. de mantequilla en pomada
- 300 gr. de manzanas (+ o - 2 unidades)
- 150 gr. de azúcar
- 2 huevos
- zumo de medio limón
- canela en polvo
- medio sobre de levadura en polvo
- azúcar glass
Preparación:
Comenzamos batiendo con las varillas eléctricas la mitad del azúcar con la mantequilla hasta conseguir una textura bien cremosa.
Añadimos despues los huevos uno a uno batiendo bien de cada vez.
Vertemos en un bol amplio.
Aparte en otro bol mezclamos los ingredientes secos, la harina con la levadura y la almendra y lo añadimos, tamizando poco a poco, al batido anterior, mezclando con la varilla manual de cada vez hasta homogeneizar.
El resultado será una mezcla consistente.
Pelamos y rallamos las manzanas y le añadimos el zumo del limón. Mezclamos.
Mezclamos también el resto del azúcar con la canela al gusto.
Montamos ahora el pastel en un molde desmoldable bien engrasado, repartimos por el fondo la mitad de la masa, añadimos la manzana rallada y por encima espolvoreamos generosamente con la mezcla de azúcar y canela.
Finalmente repartimos encima del todo el resto de la masa con mucho cuidado de no mezclar con el relleno.
Horneamos a 180º unos 40 minutos.
Dejamos enfriar completamente, desmoldamos y decoramos generosamente con azúcar glas.
El resultado final de su textura es muy parecido al de nuestra "Tarta de Santiago" con el añadido de la frescura y jugosidad que le aporta la manzana.
¡¡Exquisita!!