"Un lugar donde guardar el aroma que sale de los pucheros, una buena receta, la tarjeta de aquel restaurante que nos gustó tanto, la etiqueta de una botella de vino…"

La cajita de Nieves y Elena

Huevos en gelatina, una receta vintage


De un tiempo a esta parte no paro de oir la palabra "vintage". Te pones un vestido de hace 10 temporas... vintage. Llevas el coche viejo de tu madre... vintage. La pulsera de tu primera comunión... vintage. El cuchillo eléctrico que te regalaron hace 34 años... vintage ;)

Realmente vintage es una palabra inglesa para etiquetar objetos que no tienen la suficiente edad como para ser catalogados de antiguedades, pero que por su calidad y diseño es apreciado y merece su lugar aunque no sea su época.

Por eso he calificado de vintage a esta receta, porque es clásico de la cocina francesa (oeufs en geléee) y de los menús de los mejores hoteles de principios del siglo XX. Los huevos se pueden presentar cocidos o escalfados, cubiertos de jamón o salmón en un una gelatina de un buen caldo o consomé.




Ingredientes:
(Estas cantidades son las que he usado para 4 moldes no muy grandes. Podemos usar moldes mayores y poner dos huevos de codorniz o uno de gallina en cada uno)
  • 1/2 l. de caldo de cocido
  • 4 huevos de codorniz
  • 100 gr. de salmón ahumado
  • Eneldo
  • 5 gr. de agar-agar (o gelatina neutra)
Preparación:

Cocemos los huevos de codorniz, los enfriamos y reservamos.
Ponemos a cocer el caldo y cuando rompa a hervir añadimos el agar-agar y dejamos cocer durante 4 minutos hasta que se disuelva completamente, por lo que tenemos que remover continuamente. Yo al final usé la batidora para su completa integración. Si usamos otro tipo de gelatina seguiremos las indicaciones del fabricante. Cuando este disuelta dejamos que se temple.


Ponemos en los moldes un poco de eneldo. Cortamos el salmón en tiras anchas, envolvemos con ellas los huevos y colocamos todo en el centro de los moldes.


Cubrimos los moldes con el caldo y metemos en el frigorífico hasta que solidifique. 


Yo los preparo de un día para otro o por la mañana para la cena.


¿No escucháis el sonido de la gramola?


Bon appétit


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