"Un lugar donde guardar el aroma que sale de los pucheros, una buena receta, la tarjeta de aquel restaurante que nos gustó tanto, la etiqueta de una botella de vino…"

La cajita de Nieves y Elena

Pan chapata


La ciabatta, ese delicioso y exquisito pan, fue inventado por Arnado Cavallar en los años 80, y muy popularizado en el resto del mundo a partir de los 90. Se dice que recibe este nombre porque el aspecto del mismo se parece a una zapatilla 
Es un pan fácil de preparar y gracias a su largo tiempo de fermentación y al alto contenido de humedad producen este pan tan ligero, de exclusiva textura abierta y porosa. 

La auténtica ciabatta requiere una masa muy húmeda que puede ser dificil de manipular y debe comenzar a prepararse con un día de antelación. No intentes añadir más harina para que la masa sea más maleable, y evitar trabajar la masa en exceso. 

Una vez que la masa haya fermentado durante un tiempo prolongado, deberás manipularla con mucha suavidad (como si acariciases a un bebé, eso dicen en Italia), de manera tal, que no se deshinchen las preciadas burbujas de aire.

Todos estos datos y consejos que nos indicaban los del whole los he seguido al pie de la letra y este ha sido el resultado:

Ingredientes para la masa madre:

- 2,5 gr. de levadura fresca
- 150 ml. de agua templada
- 3 cucharadas de leche tibia
- 1 cucharadita de miel  
- 150 gr. de harina








Preparación masa madre:

En un bol amplio ponemos el agua y la leche y le añadimos la levadura desmenuzada, removemos y dejamos reposar unos 5 minutos.


Añadimos la miel y mezclamos hasta su disolución.


De un golpe añadimos la harina y con un cucharón de madera mezclamos hasta conseguir una crema fina.


Tapamos con un paño de cocina y dejamos fermentar hasta el día siguiente... 
¡¡Buenas noches!!


¡¡Buenos días!!

Ingredientes para la masa de la chapata:

- masa madre
- 350 gr. de harina
- 250 ml. de agua templada
- 1 cucharada de aceite de oliva
- 2,5 gr. de levadura fresca
- 1 cucharadita y media de sal








Preparación de la masa de la chapata:

Deshacemos la levadura en el vaso de agua templada y dejamos reposar 5 minutos.


Vertemos el agua con la levadura sobre la masa madre, añadimos el aceite y mezclamos lo máximo posible.


Mezclamos la harina con la sal y la añadimos de un golpe removiendo hasta formar una masa húmeda y pegajosa.


Batimos sin parar con un cucharón de madera durante 5 minutos; la masa quedará esponjosa y empezará a despegarse, pero seguirá demasiado blanda para amasar.
Tapamos la masa con un paño de cocina y dejamos fermentar durante unas 3 horas, hasta que la masa triplique su tamaño y se llene de burbujas de aire.

Mientras preparamos la bandeja de horno con el papel vegetal doblandolo de tal manera que hagamos tantas "paredes" como panes queramos, en mi caso dos y enharinamos. 
Lo hacemos así:


Pasado el tiempo suficiente enharinamos la mesa de trabajo y vertemos la masa con ayuda de una espátula, enharinamos levemente la superficie y nuestras manos para comenzar a amasar.


Vamos dando forma "acariciando" la masa estirando y metiendo hacia adentro un par de veces sin añadir demasiada harina extra (aunque veamos que se nos pega mucho)


Hacemos forma de cuadrado y regamos con un chorrito de aceite de oliva, extendemos con las manos, enharinamos de nuevo y volvemos a estirar.


Ya notaremos que es un poco mas maleable, entonces dividimos la masa en tantos trozos como panes queramos.


Ahora haremos otro movimiento de amasado que consiste en estirar y doblar cada lateral hacia el centro quedándonos forma de rectángulo.
Lo haremos con todos los trozos que tengamos.


Colocamos los panes en la bandeja de horno y regamos de nuevo con aceite y enharinamos de nuevo.
Dejamos fermentar de nuevo, sin tapar, unos 20 minutos.


Se desparramarán y aumentarán de volumen, volvemos a repetir la operación del aceite y la harina, damos forma y horneamos en posición medio alto 35 minutos.


Una vez doraditos y como dicen los del whole "suenen a hueco cuando los golpees en la base" estarán listos, dejamos enfriar completamente en una rejilla.


Y después de tanto trabajo el resultado es perfecto, un auténtico ciabatta casero como de tahona:




Como mas se disfruta este pan es con un buen chorretón de aceite de oliva virgen.





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