"Un lugar donde guardar el aroma que sale de los pucheros, una buena receta, la tarjeta de aquel restaurante que nos gustó tanto, la etiqueta de una botella de vino…"

La cajita de Nieves y Elena

Kringle Estonia


Antiguamente, que una receta traspasase el área local era bastante difícil. Algunas lo habían conseguido a través de los viajeros, que por uno u otro motivo se desplazaban de una tierra a otra, normalmente en ocupaciones territoriales después de una guerra, en los grandes viajes de los conquistadores o en campañas de evangelización de los monjes y misioneros. 

Hoy en día sin embargo, tenemos libros, Internet y gente que se desplaza de un país a otro con muchísima frecuencia, y las recetas locales se difunden a velocidad de vértigo. La primera vez que ví esta receta fue ojeando una revista de la peluquería, y como no iba a cortar la hoja, le hice una fotografía. Sin tan siquiera descargar la foto para ver si el texto era legible, me dí de nuevo de bruces con ella en una revista de la Thermomix. ¡Ya no tenía excusa!, pero antes de llegar tan siquiera a comprar los ingredientes para prepararla, me encontre por la red kringles un día sí y otro también.


El kringle es un postre danés que según dicen llevaron allí los monjes cristianos cuando fueron a evangelizar tierras escandinavas, y es un postre de cumpleaños, aunque desde luego lo podemos hacer para cualquier ocasión, porque está buenísimo.

Ingredientes:

Masa:

300 gr. de harina de fuerza
30 gr. de azúcar
1 cucharadita de aroma de limón
(o la piel de 1/2 limón)
120 gr. de leche
30 gr. de mantequilla
15 gr. de levadura fresca prensada
1 yema de huevo
1 pellizco de sal

Relleno:

50 gr. de mantequilla
60 gr. de azúcar
2 cucharadas de canela molida
50 gr. de nueces picadas gruesas
(u otros frutos secos)

Glaseado:

20 gr. de clara de huevo
50 gr. de azúcar glas

Preparación:

Pulverizamos en la Thermomix el azúcar (si vamos a usar la piel de limón, este es el momento de añadirla). 15'' velocidad 10. Bajmos con la espátula y agregamos la mantequilla, la leche y la levadura. Programamos 1', velocidad 2, temperatura 37º. Añadimos la yema y mezclamos 4'', velocidad 3.



Incorporamos el harina y el pellizco de sal (yo puse la esencia de limón en este paso), y amasamos 2' velocidad espiga. Retiramos la masa del vaso y sobre una superficie limpia y lisa formamos una bola que metemos en una bolsa de plástico. Dejamos durante 1 hora que duplique su volumen.


Mientras preparamos el relleno. Ponemos en el vaso la mantequilla a temperatura ambiente, el azúcar glas y la canela y mezclamos 30'' velocidad 2.


Cuando la masa haya doblado su volumen, la colocamos de nuevo en la superficie limpia y lisa, y la estiramos hasta formar un rectángulo. La untamos con el relleno, espolvoreamos los frutos secos. Yo he puesto la mitad de nueces y la mitad de almendra troceada.


Por la parte mas ancha, vamos formando un rollo. Cuando lo tenemos lo cortamos en vertical, es decir a lo largo del rollo, dejando sin cortar uno de los extremos.  Vamos cruzando la masa con el corte hacia arriba y cuando hayamos cruzado toda, unimos los extremos a la parte que habíamos dejado sin cortar, formando una corona.


Metemos al horno previamente precalentado a 180º durante 20'

Mientras se hornea vamos preparando el glaseado, mezclando en un bol la clara de huevo, ligeramente batida, con el azúcar glas. Cuando salga del horno pintamos con el glaseado y dejamos enfriar.



¡Delicioso!



Bon appétit

Fuente: Receta de la revista Thermomix
Imprime esta receta