"Un lugar donde guardar el aroma que sale de los pucheros, una buena receta, la tarjeta de aquel restaurante que nos gustó tanto, la etiqueta de una botella de vino…"

La cajita de Nieves y Elena

Grissini de aceite de romero


Dicen que "pan con pan comida de tontos", que la pasta no se come con pan de miga sino con estos palitos crujientes típicos italianos y la verdad es que la combinación de un buen plato de pasta con ellos es ideal... ¿pero qué hacemos con la salsa? jeje... pues a por la barra de toda la vida para mojar, que le vamos a hacer, es una debilidad que tenemos, creo, todos los españoles y en mi casa no os imagináis, somos muy paneros.

Este fin de semana en una comida que preparé típica italiana no podían faltar y me decidí a prepararlos para la ocasión.


Ingredientes:
-200 gr. de harina
-100 ml. de agua caliente
-1 cucharadita de levadura de panadería
-semillas variadas
Y el aroma y el sabor característico lo daremos con el aceite de oliva virgen de romero de la casa Mallafré. 
Toda una esquisited para el paladar y muy acertados para preparar panes, además con sus decenas de sabores podemos tomar aceite distinto cada día y adaptarlo a nuestras recetas.


Preparación:

Mezclamos la levadura con la harina y le añadimos una pizca de sal.


En un bol amplio ponemos la harina ya mezclada y hacemos un agujero en el centro donde echaremos el agua caliente, dos cucharadas soperas de aceite aceite de oliva virgen de romero Mallafré. 


Mezclamos bien con un cucharón de madera hasta que podamos hacerlo con las manos.
Boleamos y dejamos fermentar en un sitio cálido tapado con un paño húmedo al menos una hora.


Pasado el tiempo amasaremos de nuevo para sacarle todo el aire y estiramos con un rodillo hasta conseguir un espesor de medio cm.


Cortamos y redondeamos con las manos disponiendo los grissini en la bandeja de horno cubierta con papel vegetal.


Empapamos bien los palitos de aceite de oliva virgen de romero Mallafré y repartimos las semillas.

Horneamos a 200º hasta que doren...


... en mi caso necesité 20 minutos.


Cual no fue mi sorpresa cuando al ir a ponerlos en la mesa para consumir se me cayeron todas las semillas, como hojas de árbol seco se trataran...


Ricos, ricos y crujientes y con todo el sabor del romero sí quedaron, aún así ¡¡muy buenos!!
Creo que la próxima vez añadiré las semillas en el momento de amasar para integrarlas completamente en la masa.




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