"Un lugar donde guardar el aroma que sale de los pucheros, una buena receta, la tarjeta de aquel restaurante que nos gustó tanto, la etiqueta de una botella de vino…"

La cajita de Nieves y Elena

Patatas viudas


Contagiada por las noticias que nos bombardean sin cesar hablando de la crisis, (particularmente pienso que con tanto hablar de ella nos estamos llenando de energía negativa) he rescatado para "La cajita" esta receta familiar súper económica. Además, después de tanto turrón y comidas pesadas, nuestro cuerpo agradecerá un plato como este.

Esta es otra de esas recetas con nombre curioso. Mi madre me decía cuando era pequeña, que se las llamaba así porque no llevaban carne, aunque en casa siempre han llevado huevo duro, así que muy viudas no estaban, je, je.

Yo siempre las he preferido a las "casadas", seguramente porque el caldo hecho con vino blanco, les da un gusto muy rico.

 



Ingredientes:

800 gr. de patatas
4 huevos
250 ml. de vino blanco
400 ml. de caldo
1 cebolla
4 dientes de ajo
perejil
sal




Preparación:

Pelamos las patatas, las lavamos bien, y las cortamos en trozos gruesos, pero sin llegar a cortar del todo con el cuchillo, sino que dejando un trocito que arrancamos. Según me decía mi madre esto es para que las patatas suelten el almidón, y si la Sra. Carmen lo dice yo no la voy a contradecir, je, je.


 En una olla ponemos un buen chorro de aceite, y rehogamos las patatas.

 Picamos la cebolla y los ajos, y los incorporamos a la olla.

Rehogamos otro poquito más. Y añadimos el vino y el caldo. Tapamos y dejamos cocer 10'


 Mientras tenemos que cocer los huevos. Yo los lavo bien a chorro debajo del grifo, les doy un picotazo con la punta de un chuchillo para que no se rompan y luego sea más fácil pelarlos, y los cuezo directamente en el guiso.


Añadimos el perejil, y dejamos cocer otros 10'


Sacamos los huevos, los troceamos y los incorporamos a las patatas.

Podemos comerlas ahora, pero a mí siempre me han parecido más ricas de un día para otro.




Bon Appétit Imprime esta receta