"Un lugar donde guardar el aroma que sale de los pucheros, una buena receta, la tarjeta de aquel restaurante que nos gustó tanto, la etiqueta de una botella de vino…"

La cajita de Nieves y Elena

Palacio de Canedo "Prada a Tope"


Hace poco tuve ocasión de contaros mi regreso a El Bierzo, ese lugar tan maravilloso en el que viví dos años, y que dejó una huella imborrable en mi corazón, pero me quedó pendiente hablar de su gastronomía, y es imposible hablar de la gastronomía berciana sin hablar de “Prada A Tope”.


Cuando llegué a Ponferrada a mediados de los 80’, el primer sitio que me recomendaron fue la Moncloa de Cacabelos, y así descubrí un lugar con un encanto increíble, que recordaba a “las ventas” antiguas que hemos visto mil veces en películas de época. A la entrada una palloza, construcción típica celta de forma cilíndrica, en la que se vendían todo tipo de productos artesanos elaborados allí mismo: pimientos asados, mermeladas, aguardientes, guindas, vino…. Bajo la marca “Prada a tope”. En la zona de las antiguas caballerizas, varias mujeres asaban pimientos sobre carbón de encina. Y por último entrabamos en los distintos comedores, decorados con objetos antiguos, la mayoría del campo. Y allí, José Luis Prada, el dueño y alma mater del negocio, nos trasmitía su pasión por los productos naturales, por el campo, por las cosas bien hechas, cuando nos acercábamos casi todas las semanas a comer.

Durante más de 25 años, y para no olvidar el recuerdo de esos productos, sobre todo los pimientos asados, de vez en cuando he acudido a alguno de los restaurantes franquiciados de “Prada a Tope” que hay en Madrid. También he comprado alguna en alguna tienda de delicatesen, algunos de  los productos, así que como suponéis en mi vuelta no podía dejar de ir de nuevo.


Me enteré en estos años que se había trasladado de “La Moncloa”, al Palacio de Canedo, así que es allí me dirigí. Todavía estoy impresionada del sitio tan bonito. Lo primero que me encontré en el camino fueron los viñedos, y al fondo el palacio.

 
Cuando abrí la puerta para entrar me trasladé de nuevo a otra época, en la que las cosas se hacían con cariño y sin prisas. Mientras te preparan una mesa, puedes recorrer los jardines y contemplar el entorno.



Recorrer los viñedos, visitar la bodega, ver como se elaboran los productos artesanos… son cosas que se pueden hacer allí, pero sobre todo se pueden comer los platos más típicos de la gastronomía berciana.


Allí apuestan por la agricultura ecológica y el producto de la zona. Todo está buenísimo. En el encabezado de la carta se puede leer el siguiente texto, que ya te hace desear empezar a comer:

"Para disfrutar de la sencillez de la cocina de nuestra tierra... Platos hechos con cariño que seguro que te sorprenden por su autenticidad...

Y un consejo, no dejes de pedir, aunque sólo sea, una copita de nuestros vinos de Godello y Mencia de agricultura ecológica, disfrutarás aún más de los sabores y te alegrará el alma,,,

Que lo disfrutes ... A Tope"

Evidentemente no pudimos tomar todo lo de la carta, así que os pongo los platos que probamos nosotros.

 Lacón prensado elaborado por ellos, y los famosos pimientos asados


 Costillas adobadas de matanza con patatas de la tierra

 Tacos de solomillo con higos  toupeiros

Botillo, el plato tipico berciano por excelencia

Todo regado con vino como nos recomendaban al principio

Y después los dulces que también son muy recomendables

 Mousse de queso y membrillo con nueces

 Tarta de castañas

 Tarta de queso  con mermeladas

 Leche frita con helado

Y por supuesto unas guindas en aguardiente para acompañar el café

Como seguro que te quedas con ganas de probar más cosas, puedes comprar en la tienda sus  productos, aunque la antigua palloza haya pasado a ser una gran tienda, pero sin perder nada del encanto anterior.


Allí tenemos los vinos, las mermeladas, las conservas, las guindas, los aguardientes y por supuesto los riquísimos pimientos de El. Bierzo.


Yo por supuesto llené mi cesta


Bon Appétit
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