"Un lugar donde guardar el aroma que sale de los pucheros, una buena receta, la tarjeta de aquel restaurante que nos gustó tanto, la etiqueta de una botella de vino…"

La cajita de Nieves y Elena

Tarta de uvas y queso


Durante años, las únicas uvas que comía a lo largo del año, eran las de las doce campanadas de fin de año. De pequeña mi madre quitaba con cuidado el hollejo y las semillas y nos ponía las uvas en un pequeño bol o tacita. Yo tragaba literalmente las uvas al son de las campanadas. Al hacerme mayor, era yo la que me dejaba mi bol de Nochevieja preparadito, y también preparaba el de mi marido y mis hijos y  seguía sin comer uvas en otra fecha del año.

Hasta que un día Héctor, mi hijo, que en ese momento ya debía de tener por lo menos 20 años me dijo: "Mamá, deja de pelar uvas, a mí me gusta comer las uvas enteras, morderlas y que exploten en la boca con todo su dulzor. Creo que deberías probar"

Y  probé. Y descubrí que me había perdido durante muchísimos años una fruta exquisita de la que en España hay una gran variedad.


Cuento esto porque la tarta que voy a meter en "La cajita" hace varios años no la hubiese hecho, pero cuando la vi en el blog Velocidad cuchara , de Rosa Ardá, un blog estupendo dedicado a recetas con Thermomix, me lancé enseguida a por ella.


Necesitamos lo siguiente:


Para la base de galletas:
300 gr. de galletas
80 gr. de mantequilla

Para la crema:
500 gr. de crema de queso
300 gr. de chocolate blanco (yo lo he usado con avellanas)
200 gr. de leche
40 gr. de azúcar
1 sobre de cuajada

Para la gelatina:
1 sobre de gelatina neutra
70gr de azúcar
70gr de agua
70gr de vino dulce Moscatel
Uvas sin pepitas para decorar

Ponemos las galletas en la THMX  y pulverizamos 10'velocidad 5. Añadimos la mantequilla y mezclamos 10' velocidad 5. 

En un molde desmoldable, ponemos la masa de galletas cubriendo bien toda la base.

Esta masa de galletas se puede hacer en cualquier robot de cocina. También se puede hacer en un bol machacando las galletas con la mano del almirez.
Reservamos en el frigorífico para que vaya endureciendo la base.

Ahora empezamos con la gelatina. Si la hacemos en la THMX, primero disolvemos un sobre de gelatina en un poco de agua fría. Ponemos en el vaso el azúcar y el agua y programamos 3' velocidad 1 100º. Luego añadimos el moscatel y la gelatina disuelta  mezclamos 15' velocidad 2. Reservamos esta mezcla.


Podemos hacer la gelatina en un cazo siguiendo las instrucciones del fabricante, es decir disolviendo la gelatina en un poco de agua fría y en un cazo ponemos el agua y el azúcar y antes de que rompa a hervir añadimos el moscatel y la gelatina disuelta.



Ponemos todos los ingredientes restantes en el vaso, menos las uvas evidentemente, y programamos 7' velocidad 5 90º. Cuando termina el tiempo volcamos esta mezcla sobre la base de galletas.



Podemos disolver el chocolate con la leche al baño María y cuando esté bien disuelto vamos añadiendo el resto de los ingredientes hasta formar una crema homogénea.

Dejamos que se enfrie, para ello podemos meterla un poco en el congelador. Luego adornamos con las uvas y vertemos por encima la gelatina que todavía estará líquida. Dejamos templar y luego metemos en el frigorífico. (Yo no la dejé enfriar lo suficiente y al verter la gelatina me hundió un pelín el centro)


La tarta debe reposar un mínimo de 4 horas en el frigorífico, pero está mejor si la tenemos 12 horas. Desmoldamos y ya tenemos nuestra tarta rica, rica, que ya sabéis el refrán "Uvas y queso saben a beso"





 ¿Gustáis?


Bon Appétit
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