"Un lugar donde guardar el aroma que sale de los pucheros, una buena receta, la tarjeta de aquel restaurante que nos gustó tanto, la etiqueta de una botella de vino…"

La cajita de Nieves y Elena

Pan de semillas de amapola con jamón de Jabugo triple X


Siempre he sido de buen comer y prácticamente me gusta todo, pero si hay algo que me nubla el sentido es un buen jamón serrano. Cuando era pequeña, desenvolvía con mimo el "bocata" del recreo esperando encontrar este delicioso manjar, y los días que descubría el ansiado jamón, mi cara se iluminaba y ya no había nada que me estropease el día.

Ya os conté en otra ocasión que unos huevos de codorniz sobre ibérico y salmorejo, eran una forma de convertir un desayuno de domingo en especial. Así que imaginaos la alegría al recibir un paquete de Huelva.

Máximiliano Jabugo nos había enviado para que degustásemos un sobre de un excelente jamón de Jabugo triple equis cortado a mano. Este jamón procede de los cerdos ibéricos que crían en la fincas que esta empresa tiene en Andalucía y Extremadura. Cerdos que en libertad se alimentan de los frutos de las encinas, alcornoques y quejigos.


¡Como olía al abrir el paquete! La boca se me hacía agua, pero resistí lanzarme como una posesa sobre él. Ese jamón merecía degustarse de forma lenta, saboreando cada bocado, así que decidí preparar un pan de semillas de amapola para posar sobre él las finas lascas de jamón de Jabugo.

La receta de este pan es del libro "Paso a Paso Repostería y Panadería", un capricho que me llamó desde el estante de una librería diciendo "cómprame cómprame" .

Me puse manos a la obra. Y esto es lo que necesité


225 gr. de harina de fuerza
1 cucharadita de sal
2 cucharadas de leche desnatada en polvo
1 cucharadita de levadura seca activa
175 ml de agua templada
2 cucharadas de aceite de oliva virgen
5 cucharadas de semillas de amapola

Tamizamos el harina junto con la sal y la levadura y añadimos la leche en polvo. Formamos un orificio en el centro y añadimos el agua templada y el aceite. Removemos hasta que se ligue la masa-Cuando la masa está bien ligada, añadimos las semillas de amapola y trabajamos bien la masa. Cuando se despegue del bol, la pasamos a una superficie enharinada y la trabajamos 10' más.


Untamos un cuenco con aceite y metemos en él la bola que previamente hemos hecho con la masa. La tapamos y dejamos leudar durante 1 hora aproximadamente.


Cuando haya duplicado su tamaño, volcamos la masa en una superficie enharinada y le vamos dando la forma que queramos y la ponemos sobre la bandeja del horno previamente cubierta con papel de horno, dejando que repose otra media hora, teniendo la precaución de taparla de nuevo.


Ahora es el momento de hornear a 200º durante 30', no sin antes haber pintado la superficie del pan con clara de huevo y haber espolvoreado por encima unas pocas más de semillas de amapola. Hay que acordarse de poner siempre un recipiente con agua dentro del horno para que no se reseque el pan y nos quede una corteza crujientita.


Cuando esté cocido el pan lo sacamos y lo dejamos sobre una rejilla para que se enfríe.


Este pan tiene una miga compacta y esponjosa y está delicioso.


Ahora ya sólo falta cortar unas rebanaditas, y colocar sobre él unas lascas de un magnífico jamón ibérico triple X de Máximiliano Jabugo y degustar estas dos delicias juntas.





 ¡Ummmm!



¿Os apetece probarlo?


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