"Un lugar donde guardar el aroma que sale de los pucheros, una buena receta, la tarjeta de aquel restaurante que nos gustó tanto, la etiqueta de una botella de vino…"

La cajita de Nieves y Elena

American Cheesecake


Al igual que las tartas de manzana, las tartas de queso son mi debilidad. Hay mil maneras de elaborarlas y a mí particularmente todas me parecen una delicia, con o sin horno, con sabor fuerte o sabor suave, sólas o acompañadas de helado. ¡Simplemente me encantan!

Tengo infinidad de recetas guardadas de tartas de queso que espero, con el tiempo, traer a La cajita, y en, por lo menos media docena de ellas, dice que es la receta de la auténtica American Cheescake. Las he examinado una a una y lo único en común que tienen es el queso crema y una base de galletas molidas. Unas tienen mucho huevo y otras poco, unas leche condensada, otras leche fresca, otras no llevan leche. Alguna lleva harina ¡ufff!


Para el cumpleaños de mi hijo quería preparar la genuina, pero al no encontrar mucha exactitud, al final con todas las recetas he preparado esta, y si no es la auténtica que venga Woody Allen y me lo diga. Estos son los ingredientes por los que me he decidido.
Ingredientes:

  • 200 gr. de galletas María
  • 500 gr. de queso crema
  • 400 ml. de nata liquida
  • 100 gr. de mantequilla
  • 30 gr. de nueces
  • 20 gr. de avellanas
  • 6 yemas de huevo
  • 8 claras de huevo
  • 175 gr. de azúcar
  • 1 yogur griego
  • 200 gr. de mermelada de arándanos

Elaboración:

Picamos las galletas hasta convertirlas en harina con una picadora, o metiéndolas en una bolsa de plástico y pasando varias veces el rodillo de amasar por encima. Picamos las nueces y las añadimos. A continuación derretimos la mantequilla en el microondas y la vertemos sobre las galletas


Engrasamos un molde y cubrimos todo el fondo con la masa que hemos formado, teniendo cuidado de cubrirlo todo bien y aplastando con una cuchara para que quede uniforme.


Metemos en el horno durante 10', previamente precalentado a 180º para que la masa se endurezca. Pasado este tiempo lo sacamos y reservamos.

En un bol batimos los huevos con el azúcar hasta que queden espumosos.


Ahora añadimos con mucho cuidado el yogurt, el queso y la nata. Lo incorporamos despacio y vamos mezclando con cuidado con una cuchara de silicona.


Ponemos la mezcla en el molde que teníamos reservado con la base de galletas, lo cubrimos con papel de alumnio para que no se tueste la parte de arriba y metemos al horno durante 60' ó 70'. Apagamos el horno y abrimos la puerta, pero no sacamos todavía la tarta, la dejamos que repose dentro del horno. Cuando se ha enfriado, ponemos en el frigoríco durante 12 horas.


Cuando la tarta ya tiene la consistencia adecuada, preparamos la capa final. En un cazo ponemos la mermelada junto con dos o tres cucharadas de agua y calentamos removiendo para conseguir un sirope, en cuanto tenga la textura adecuada apagamos y extendemos por encima de la tarta. Volvemos a meter en el frigofíco hasta su consumo.


Esta tarta, como en otras ocasiones también viajo, esta vez a casa de mi hijo para su cumpleaños. Allí desmoldamos y servimos.



Bon Appétit


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