"Un lugar donde guardar el aroma que sale de los pucheros, una buena receta, la tarjeta de aquel restaurante que nos gustó tanto, la etiqueta de una botella de vino…"

La cajita de Nieves y Elena

Dulce luna de leche condensada y chocolate


Como buena "cancer" que soy nuestro satélite la Luna tiene poderes sobre mí que nunca sospeché!
De pequeña me decían que estaría influenciada por ella y que notaría que mi ánimo, mi forma de comportarme incluso la fineza de mi piel cambiaría con los diferentes estados lunares.

No sé si por sugestión o realidad pero eso me ocurre, cuando hay luna llena mi ánimo cambia, si he estado durante la semana anterior contenta, me pongo furiosa e irritable y si por el contrario he estado inaguantable me convierto en la persona mas comprensiva y cariñosa del mundo...


Por eso quería hacerle un homenaje a esta gran bola blanca que tenemos sobre nuestras cabezas y que nos vigila todos los días de nuestra vidas.

Se me ocurrió esta tarta ligera y fría como nuestra Luna
¡Y a esta le podemos hincar el diente!

Ingredientes:
-8 hojas de gelatina
-30 gr. de chocolate negro
-200 ml. de leche condensada
-2 vasos pequeño de leche entera
-1 ramita de canela
-canela en polvo
-fideos de chocolate
-molde de aluminio redondo, de los que se rompen para desmoldar fácilmente.
Esta tarta ha de hacerse en dos veces, para que cuaje en la nevera y se vean las dos capas bien diferenciadas, por lo que nos llevará un día entero, aunque ya veréis que sencilla es de preparar.

Preparación:

Capa de chocolate:
Ponemos a hidratar 4 hojas de gelatina y engrasamos el molde.
En una cazuelita ponemos a derretir el chocolate junto con el vaso de leche, removemos bien, añadimos la gelatina ya hidratada y vertemos en el molde.
Metemos a la nevera al menos 6 horas.


Capa de leche condensada:
Ponemos a hidratar las otras 4 hojas de gelatina.
En la misma cazuelita, ya lavada, ponemos el vaso de leche y la leche condensada junto con la ramita de canela, cocemos unos 5 minutos a fuego moderado, sin que hierva y añadimos la gelatina, removemos.


Dejamos enfriar a temperatura ambiente y vertemos encima de la capa de chocolate ya cuajada.
Metemos a la nevera otras 6 horas.


Una vez cuajada completamente desmoldamos, pasamos un cuchillo por los bordes y cuidadosamente cortamos con una tijera poco a poco el molde.


Decoramos con la canela en polvo y los fideos de chocolate, haciendo con los dedos las típicas manchas de la luna.


¿A que nunca habéis tenido la luna tan cerca?





Os aseguro que es tan ligera y fresca que no podréis parar.

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