Restaurante El Cosaco - Plaza de la Paja
Al igual que Nieves, el Madrid de los Austrias en una de mis zonas preferidas de Madrid. Muchas mañanas de domingo, mi marido y yo nos acercamos a la zona para pasear por sus calles medievales y siempre acabamos descubriendo un rincón que se nos había pasado por alto.
Tomarte un vino en cualquiera de sus tabernas o un vermú de grifo. Pedir unos caracoles o media ración de callos, cambiar de sitio para comerte un delicioso bacalao rebozado…. En fín disfrutar de la ciudad.
Pero hay ocasiones en las que nos cruzamos con restaurantes que nos traen comidas de otros lugares o a los que hace mucho tiempo que no vamos y de forma improvisada nos quedamos allí a comer si nos hacen un hueco aunque no tengamos reserva.
Y eso es lo que nos pasó la última vez que paseábamos por la plaza de la Paja.
La plaza de la Paja se encuentra en el Madrid de los Austrias, y debe su nombre porque antaño se subastaba la paja que se iba a dar a la capilla del Obispo, situada al fondo de la plaza.
Durante la Edad Media era la plaza principal de Madrid, donde transcurría el ir y venir de los madrileño.
Rodeada de edificios de un gran interés histórico-artístico, en ella o sus alrededores vivieron grandes familias nobles.
La capilla del Obispo, El palacio de los Vargas, los jardines del príncipe de Anglona o el Colegio de los niños de San Ildefonso, famosos por ser los que cantan los números y premios de la Lotería Nacional
En uno de los edificios que bordean esa plaza, podemos encontrar desde el año 1969 el Restaurante “El Cosaco”. Un restaurante ruso con una agradable terraza en verano en la misma plaza.
Un restaurante que al atravesar sus puertas te traslada a la Rusia zarista.
Un rincón para una cena romántica degustando cualquiera de los platos que tienen en su carta.
Huevos Roscoff, Arenques Davidov, Pimiento Sasha, Ensalada Kapustnik, Bitki Stravinsky Pato Chekhov, Steak Tartar, y por supuesto Blinis y caviar.
Cerveza rusa Baltika |
Arenques Davidov |
Pimiento Sasha |
Bitki Stroganof |
Bitki Stravinsky |
Hacía muchos años que no comíamos allí y no pude resistirme a degustar uno de sus magníficos blinis.
Con pantalón corto, camiseta de tirantes, sandalias y cámara de fotos colgando del cuello, preferimos comer en la terraza para no molestar a Miguel Strogoff, je, je
Pero estoy segura que la próxima vez no tardaré tanto tiempo en ir por allí.
Bon Appétit