"Un lugar donde guardar el aroma que sale de los pucheros, una buena receta, la tarjeta de aquel restaurante que nos gustó tanto, la etiqueta de una botella de vino…"

La cajita de Nieves y Elena

Gulash húngaro con spätzle


Whole kitchen en su Propuesta Salada para el mes de octubre nos invita a preparar un clásico de la cocina húngara: Gulash

Según la Wikipedia, el gulash (en húngaro: gulyás) es un plato especiado, originario de Hungría, elaborado con carne vacuna, cebollas, pimiento y pimentón. El nombre proviene del húngaro gulyás, que significa vaquero, pastor de vacas. La palabra "gulya" significa vaca. A pesar de su origen húngaro, diversas variantes de este estofado pueden encontrarse en países del antiguo imperio austrohúngaro.

El gulash es un plato muy popular en la cocina húngara, así como en los países vecinos, Eslovenia y otros de Europa central (Eslovaquia, la República Checa, Austria), los Balcanes (Bosnia, Croacia y Serbia) y en otros países de la región (Ucrania, Rumania). El aspecto es parecido al de la carne estofada o ragú, aunque también existe la sopa de gulash. Se considera como una comida casera y sencilla, debido a que requiere sólo un poco de atención al comienzo durante su preparación, además de estar compuesto por simples trozos de carne. El único problema que presenta este plato es el largo tiempo de cocción de la carne. A pesar de su sencillez y de sus orígenes humildes, suele servirse en la mayoría de los restaurantes. Hay una gran variedad de gulash, dependiendo de la región. Suele acompañarse de ensalada de patata y perejil y comerse con pan, también con Spätzle, papas u otros alimentos de carbohidrato.

Después de buscar recetas en distintos libros, he visto que aparte de la carne todas llevan tomate natural, pimentón, cebolla y ajo. Luego algunas incorporan otro tipo de hortalizas y rematan con nata líquida, leche agria, crema agria o  yogur. El gulash que yo he preparado lleva los siguientes ingredientes para seis personas:


 
  • 1,5 Kg. de carne para guisar
  • 2 cebollas
  • 6 dientes de ajo
  • 2 tomates
  • 2 cucharadas de pimentón de la Vera
  • 250 ml de nata líquida
  • un limón
  • aceite de oliva virgen extra
  • pimienta y sal






La carne tiene que estar troceada y limpia de grasa. La salpimentamos y pasamos por una sartén con aceite caliente para sellar los poros y reservamos.


Mientras tanto picamos los ajos en láminas y la cebolla en juliana y rehogamos con aceite en una sartén a fuego medio. 


Cuando la cebolla empiece a estar transparente se retira la sartén del fuego y se añade el pimentón. volvemos a poner al fuego y vamos moviendo con una cuchara de madera para que no se queme el pimentón.

Los tomates se escaldan, se pelan y se trocean, aunque también podemos utilizar tomate natural troceado en conserva (esta es la opción que yo he hecho). Dejamos hacer durante 15' y pasamos todo a la batidora o al robot de cocina para que la salsa quede fina.


Volvemos a poner al fuego y añadimos la carne, dejando hacer a fuego lento durante media hora.


Ahora es cuando añadimos, sin retirar del fuego la nata líquida y el zumo de un limón para agriar la nata y seguimos haciendo a fuego lento otra media hora más.


Los spätzle son muy populares por Centro Europa, sobre todo en Alemania y se utilizan sobre todo como acompañamiento de guisos de carne. Este tipo de pasta se hace con harina, sémola y huevo. Los spätzle tienen formas irregulares. Yo, evidentemente no me he complicado tanto en prepararlos frescos, sino que he comprado un paquete de este tipo de pasta en el súper. sólo hay que cocerla, como cualquier otra pasta, en abundante agua con sal.


Servimos el gulash acompañado de los spätzle.



Bon Appétit


Imprime esta receta