"Un lugar donde guardar el aroma que sale de los pucheros, una buena receta, la tarjeta de aquel restaurante que nos gustó tanto, la etiqueta de una botella de vino…"

La cajita de Nieves y Elena

Milhojas de patata y cecina

 
Comiendo en casa de una de mis hermanas, no recuerdo cual pues tengo tres, sirvieron para comer un entrecot acompañado de una tira fina de milhojas de patata y me gustó la idea, aunque luego nunca la llevé a la práctica.

La cecina me gusta desde pequeña, y eso que el sabor puede ser un poco peculiar para los niños, pero cuando mi tío Paco, un asturiano al estilo de Arturo Fernández, traía cecina de Genestoso, una pequeña aldea cercana al nacimiento del Narcea, siempre me dejaba caer por su casa para probarla.

El otro día, pensando en guardar una receta salada en La Cajita, se me ocurrió  usar la cecina que tenía en el frigorífico para hacer con ella unas milhojas de patata y cecina, por lo que el plato, además de para acompañar, podría servir perfectamente como un plato principal, de hecho, esa noche mi marido y yo fue lo que cenamos junto con un ensalada.

Cuando me dispuse a preparar las milhojas no sabía exactamente las cantidades necesarias, puesto que nunca se las pregunté a mi hermana, pero estas son las que yo utilicé, y tengo que decir que quedó perfecto:

Ingredientes:

  • 2 patatas grandes
  • 100 gr. de cecina partida muy fina
  • dos huevos
  • un vaso de leche evaporada
  • queso parmesano rallado
  • sal 
  • eneldo
  • un tomate seco en aceite.
      
Lo primero, mientras se calentaba el horno a 180ª, corté las patatas en rodajas muy finas y puse una primera capa en un molde de plumcake, cubriendo toda la base, a continuación fui poniendo pequeños trozos de cecina encima de las patatas, haciendo una segunda capa, y seguí intercalando capas de patatas y cecina, hasta terminar con patata. En esta fase no eché nada de sal, puesto que la cecina suele llevar bastante. En un bol batí con varillas dos huevos y el vaso de leche evaporada y aquí si añadí un poco de sal y eneldo. La mezcla la fui incorporando poco a poco en el molde, procurando que penetrase por todos los rincones y al final espolvoreé con  queso parmesano rallado.


Lo metí al horno durante 30’ y ya tenía mi plato de milhojas de patata y cecina para La Cajita.


Para desmoldarlo hay que esperar a que se quede templado para que no se rompa- Yo lo serví en una fuente con un tomate seco en aceite.

Nota: Si ser cortan tiras finas, se convierte en un buen acompañamiento para platos de carne

Bon Appétit
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