"Un lugar donde guardar el aroma que sale de los pucheros, una buena receta, la tarjeta de aquel restaurante que nos gustó tanto, la etiqueta de una botella de vino…"

La cajita de Nieves y Elena

Rosas de pan de garbanzo al aceite de ajo


Esta es una receta de las muchas que entran en La cajita absolutamente improvisada, realmente no tenía una idea preconcebida de lo que pretendía hacer ni la forma que le daría pero me propuse hacer panecillos con un paquete de harina de garbanzo ecológica Eco-Salim que tenía muchas ganas de usar y justo al lado me quedaba mas de media bolsa de Mix de semillas Bio Eco Salim que también utilicé...


Ingredientes para 8 unidades:
- un puñado de semillas Bio Mix Eco-Salim
- 2 sobres de levadura de panadería
- 250 ml. de agua
- 12 gr. de sal
Preparación:

Como todos los panes comenzamos mezclando la harina con la levadura y la sal y a continuación las semillas.


Templamos a continuación el agua al microondas y la añadimos haciendo primeramente un "volcan" en el centro con la harina.
Removemos bien con un cucharón de madera hasta que la masa nos permita hacerlo con las manos.


Boleamos y dejamos fermentar al menos una hora tapado con un paño húmedo en un sitio cálido, yo siempre uso el horno a 50º en invierno y en verano lo saco a la terraza a "tomar el sol"


Al ser una masa de harina de garbanzo no aumentará demasiado y tendrá una textura como la de las galletas, es decir no será elástica, mas bien quebradiza pero fácilmente de extender con el rodillo que es lo que haremos a continuación sobre nuestra mesa previamente enharinada.
Cortaremos tiras de 10 cm. de ancho por, al menos, 15 cm. de largo...


...que doblaremos cuidadosamente en forma de rosa y colocaremos en un molde de "pocillos" previamente engrasado y enharinado.
Horneamos a 180º solo con calor por abajo durante 30 minutos y con calor arriba y abajo 10 minutos mas.
(Colocaremos debajo de la bandeja del horno un recipiente con agua para humedecer el ambiente)


Una vez listas esperaremos a que se enfríen completamente para proceder a quitarles con ayuda de una brocha el exceso de harina sobrante.


Y ya solo nos queda dar el toque mágico que les proporcionará el brillo y el sabor característico, pintando generosamente con aceite de ajo todas las rosas, por dentro y por fuera lo máximo que podamos.


¡¡Y este fue el resultado!!







El sabor es francamente espectacular!!
Eso sí, para el que le gusten los garbanzos claro ;-)
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