"Un lugar donde guardar el aroma que sale de los pucheros, una buena receta, la tarjeta de aquel restaurante que nos gustó tanto, la etiqueta de una botella de vino…"

La cajita de Nieves y Elena

Tarta de queso con chocolate


 Ir al "hiper" es un peligro. No lo puedo evitar, me gusta perderme por los pasillos y ver los nuevos, o no tan nuevos, productos que invaden las estanterias y cámaras frigorificas. Cada cosa que veo me imagino lo que podría preparar con ella, e irremediablemente va al carro de la compra. Hace ya algunos años que decidí ir a comprar exclusivamente con lista y no salirme de ahí, pero no puedo, al final quedo hipnotizada y al carro.

Mi madre, cuando ve algún anuncio de la "tele"  de alguna novedad, les comenta a  mis hermanas:

"Eso es una chorrada, pero seguro que Elena ya lo ha probado"

Y casi siempre es cierto :-). Lo malo es que mis hijos ya hace años que se independizaron y ni mi marido ni yo comemos en casa, por lo que de vez en cuando me tengo que poner a cocinar como una loca antes de que caduquen. La tarta de hoy la hice uno de esos días. Viajo junto con mas cosas a casa de mi hija. Lo único que no estaba a punto de caducar era el azúcar, je, je




Ingredientes:

400 gr. de crema de queso (usé light)
2 yogures (use 0% con trocitos de melocotón)
1 vaso de leche
8 cucharadas de azúcar
2 cucharadas de Maizena
3 huevos.
Virutas, lágrimas o fideos de chocolate (restillos que tenía)



Preparación:

Lo más sencillo del mundo, ponemos todos los ingredientes menos el chocolate en un robot de cocina, o los mezclamos en un bol con las varillas.


Engrasamos un molde y añadimos la mezcla, poniendo por encima las lágrimas y los fideos de chocolate. Las lágrimas irán al fondo y luego se quedará el chocolate fundido por encima cuando desmoldemos, mientras que los fideos, al ser más livianos se repartirán por el centro de la tarta. 


Horneamos a 180º durante 30' aproximadamente. Estos tiempos dependerán del horno y del molde que hayamos utilizado, por eso es conveniente pinchar en el centro para ver si la tarta está cuajada. Si en ese tiempo no ha cuajado del todo, tapamos con papel de alumnio para evitar que se queme la superficie.

Cuando la tarta esté cuajada, la dejamos enfriar antes de desmoldar para que no se abra.


Podemos servirla tal cual o acompañado de una salsita de melocotón.


Fresquita y deliciosa¡ummmm!



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