"Un lugar donde guardar el aroma que sale de los pucheros, una buena receta, la tarjeta de aquel restaurante que nos gustó tanto, la etiqueta de una botella de vino…"

La cajita de Nieves y Elena

Flores mallorquinas


Ya no recordaba el sabor de la sobrasada.
Recuerdo los bocatas que merendaba después de alguna actividad extra escolar cuando era pequeña, abría el papel de aluminio y salia ese olor característico de la sobrasada, uuumm, que rico, que recuerdos.

No se me había ocurrido nunca cocinar con este producto mallorquín ni tampoco lo tengo nunca en casa, pero el otro día en una gran superficie había un stand de productos de esta isla tan bonita y me acerqué sin intención de comprar nada, sólo por cotillear.


Enseguida se me acercó una chica que llevaba unos biscotes untados con una marca de sobrasada que estaba de promoción y no me preguntéis porqué, pero la probé.

La verdad es que no suelo probar nada cuando voy a la compra, excepto si es algún producto que está dentro de mi lista, que normalmente no es así.
Y me ví en la caja pagando una tarrina de sobrasada mallorquina.

Enseguida pensé, madre mía y ahora que hago yo con esto? - pues para los bocatas de Ines para el recreo del insti, pero si ya se ha acabado... mmmmm, pensé, tendré que inventar algo para La cajita...

Y aquí está el resultado.
Ingredientes:
-3 hojas de masa philo
-1 tarrina de sobrasada
-1 tarrina de queso de untar
-nueces
-un molde de muffins
Preparación:
Ponemos a precalentar el horno a 180º.
Cogemos 3 hojas de masa philo y con ayuda de un molde o algo redondo que tengais por casa recortamos círculos de tamaño mediano y los adaptamos a los moldes de manera que queden los bordes como una puntilla o volante.


Derretimos un poquito de mantequilla al microondas y pintamos las flores por el interior y los bordes.
Horneamos hasta que se doren, vigilamos, no serán mas de 7 minutos.


Mientras preparamos el relleno.
Elegimos 12 medias nueces, las que veamos mas enteras y las reservamos que serán para adornar luego.
Troceamos el resto de las nueces suavemente con un cuchillo sin que se rompan demasiado, trocitos pequeños, no picadillo.


Las echamos en un bol y le vamos añadiendo queso y sobrasada poco a poco.
Podemos calentarlo un poquito al microondas para su mejor manejo.
Mezclaremos todo el contenido de las tarrinas.


Ya están doraditas las flores y completamente rígidas y crujientes listas para su relleno.


Rellenamos con nuestra mezcla un dispensador de salsas de boquilla gruesa, para que atraviesen las nueces sin problema, y con mimo vamos rellenando las florecitas.


Coronamos con la media nuez que habíamos apartado y listo.




¿Os apetece una cervecita?






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