"Un lugar donde guardar el aroma que sale de los pucheros, una buena receta, la tarjeta de aquel restaurante que nos gustó tanto, la etiqueta de una botella de vino…"

La cajita de Nieves y Elena

Helado de mango y nueces "Macaco"


Nieves y yo hemos comentado varias veces, que desde que guardamos nuestras cosas en La cajita, nos están viniendo un montón de recuerdos y el otro día sin ir más lejos, cuando compré un mango para preparar helado me vino a la cabeza los tiempos de la heladería “Macaco”.

La heladería “Macaco” fue un pequeño negocio familiar que a principios de los 80’ vendía helados y frutos secos y que montó mi padre en una urbanización en un pueblo de la sierra de Madrid que en aquel entonces era sitio de veraneo y fines de semana. Evidentemente ninguno de nosotros había hecho nunca helados, pero nos los suministraba una marca muy conocida que tenía gran variedad de sabores.


En esa época, no habíamos oído hablar de “toppings” y las copas de helado se acompañaban de nata y una guinda o con frutas naturales, eso sí se le ponían sombrillas, loros de papel e incluso bengalas chispeantes. Pero a mis hermanas y a mí, para consumo exclusivo nuestro, nos gustaba añadir a nuestro helado nueces partidas, orejones o cualquier cosa de la sección de frutos secos.

Y con este recuerdo preparé este helado.

Ingredientes:
 
1 mango grandecito y maduro, 200 ml de nata 30% materia grasa,1 yogur griego, 50 gr. azúcar glas, 100 gr. de nueces, 50 gr. de frambuesas desecadas


Elaboración:

Hacemos un puré en la batidora con todos los ingredientes menos las nueces y las frambuesas. Ponemos la mezcla resultante en un recipiente y lo metemos en el frigorífico al menos 4 horas antes de utilizar la heladera


Pasado ese tiempo mínimo de espera (yo siempre lo hago al día siguiente), vamos vertiendo el puré poco a poco por la abertura de la heladera, a continuación añadimos las nueces troceadas gruesas y las frambuesas cortadas en trocitos pequeños.


Mantenemos en la heladera entre 35' y 40 ' y ya lo tenemos listo.


Para acompañar preparé nata montada, y tuve un percance a la mitad. Os cuento, se rompió una de las varillas de la batidora por uno de los lados. ¿os imagináis lo que se puede preparar con unas varillas funcionando a máxima velocidad en un bol con nata líquida si de uno de los enganches sale un látigo de más de 20 cm.? … Pues eso, limpieza general de cocina, je, je.. Pero “el manitas” cortó el alambre roto y terminé de montar la nata.



Bon Appétit
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