"Un lugar donde guardar el aroma que sale de los pucheros, una buena receta, la tarjeta de aquel restaurante que nos gustó tanto, la etiqueta de una botella de vino…"

La cajita de Nieves y Elena

Paté de navajas


Hay montones de marisquerías en Madrid, no son caras y siempre existe la posibilidad de poder disfrutar de los productos del mar con un buen vino blanco fresquito... está muy bien que te sirvan, te cocinen, te recojan la mesa y luego no haya que fregar... pero la verdad es que a nosotros en casa nos gusta prepararnos nuestras noches de "marisco" caseras, ir a un buen cocedero, que por suerte tenemos uno en el polígono del barrio y elegir la mejor materia prima, mas fresca y al mejor precio que en cualquier gran superficie.
Este paté es resultado de una de esas en las que compramos mas navajas de lo que la parrilla y nuestros estómagos podía admitir y no quería que se estropeasen en la nevera así que pensé y pensé y con algún ingrediente mas sencillo y que todos podemos tener en la nevera preparé este paté ideal para dipear... incluso como hizo mi marido, comer a cucharadas.
Tomad nota, original es, y no lo venden en ningún sitio!!!


Ingredientes:

- 1/2 kg. de navajas frescas
- 8 langostinos cocidos
- 2 rebanadas de pan de molde
- 1 limón
- 100 ml. de leche
- 100 ml. de vino blanco
- 1 diente de ajo
- perejil fresco
- aceite y sal gorda





Preparación:

Doramos las navajas en una parrilla con un chorrito de aceite y sal gorda, primero por la parte de la cáscara y luego daremos la vuelta por la parte de la carne. Un par de minutos por cada lado.
(Previamente hemos tenido las navajas en agua al menos durante una hora con sal gorda para que suelten la posible arena que tengan en su interior)
Dejamos templar y separamos la carne.


Quitamos los bordes de las rebanadas del pan de molde y lo ponemos a remojo con la leche un ratito hasta que absorba toda y se humedezca bien. 


Pelamos los langostinos y batimos todos los ingredientes junto con dos cucharadas de mahonesa (casera o de bote), hasta conseguir una textura lo mas suave y compacta que podamos.


Presentamos en un cuenco o platillo hondo con un poquito de perejil por encima y unas regañás para "dipear"





¿Gustais?
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